Las primeras luces del día desperezan a la ciudad que reposa metida en sus entrañas. Miro desde la ventana y aún me cuesta comprender lo que está pasando. Se han detenido los sonidos de las calles. Ya no se oyen los pasos que rompen el silencio de la noche, ni los incesantes martilleos de las obras. El virus ha llegado como si fuera un encantamiento que nos ha dormido en nuestras casas.
La cafetera me avisa que ya se ha derramado en un orgasmo que ha de calentar mis profundidades. Tomo el café y abro el ordenador para leer la prensa digital de varias tendencias. Pretendo que no me manipulen, intento crear mis propios pensamientos. De entre todas las noticias hay dos que no son nada alentadoras. La primera es que han desaparecido veintiún millones de números de móvil en China. Dicen que es porque había dobles líneas, también líneas de empresas que han desparecido, pero también habrá líneas de los miles de muertos que ha dejado este virus, tal vez muchas más de las que nos comunican las fuentes oficiales. La segunda se refiere a España. Las funerarias cuentan 3.000 muertes que no se han incluido en las estadísticas oficiales. Dicen que todos murieron con síntomas de coronavirus sin poder hacerles los test porque simplemente no los hay. Y esto, solo en Madrid.
Horroriza pensar que no nos facilitan los datos reales para no crear alarma social. Quiero pensar que cuando pase todo sabremos la verdad.
Amanece. La luz se impone sobre la oscuridad. La vida sobre la muerte. Siempre hay esperanza.
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Hola. Este es un blog bisexual, habla de sentimientos y de situaciones, si alguno de tus blogs trata sobre este tema estaré encantado de agregarlo, de lo contrario no creo que sea el lugar más adecuado. Un abrazo
ResponderEliminarExcelente respuesta, no permitamos que se desvirtúe nuestro sitio. El placer, la belleza de imágenes como la que ilustra esta entrada no puede ser mal utilizada ni mal interpretada.
ResponderEliminarSe agradece tu apoyo amigo. Desde aquí no atacamos a nadie, ni a los que no nos comprenden. Las denuncias son validas si toman el camino adecuado, y este viaje no es ese camino. Un abrazo.
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