jueves, 15 de octubre de 2020

En plena naturaleza


Entre mis libros he encontrado una frase de Friedrich Nietzsche que me ha hecho reflexionar. Al leerla una primera vez me he sentido identificado con lo que dice, pero al hacerlo por segunda vez ya no resonaba en mi con las mismas consecuencias. 


Para Nietzsche, el que nos encontremos tan a gusto en plena naturaleza proviene de que esta no tiene opinión sobre nosotros. Como él, muchos pensaran que es así. En cambio, no estoy del todo de acuerdo con sus palabras. La naturaleza sí tiene opinión sobre nosotros, pues la tienen tanto los seres vivos como los seres inertes que la habitan. Estoy seguro de que nos ven como una especie depredadora y cruel. Por eso cuando me acerco a ella lo hago desprovisto de malos sentimientos y revestido de agradecimiento por lo que nos ofrece, ese aire limpio que abre mis pulmones hasta gritar lleno de vida y una tierra que me acoge llena de amor. 


En realidad, me siento a gusto en plena naturaleza porque me hace ser más consciente de quién soy, y si lo hago desnudo entonces es más pleno ese estar. En ese momento mi mente se vacía meditando desde la consciencia hasta fundirme en un ella como un ser más, sea árbol, arbusto, animal, agua, tierra o piedra, sin opinar ni juzgar a cada uno de los seres que formamos parte de tan inmenso milagro, el de la vida. Nosotros, los humanos, somos también naturaleza.


Es cierto que ella no opina sobre mí, me deja hacer. Sabe que intento no hacerla daño, porque me lo haría a mí mismo. Mis únicas agresiones directas son cuando cuido el jardín, arrancando las "malas" hierbas, podando los árboles, y más de una vez me he llevado un buen escarmiento por hacerlo. Como a todos los seres humanos no me pide explicación por los ultrajes que le provocamos, pero también es cierto que cuando se hastía de nosotros se revela inundando los campos y las ciudades, vomitando fuego que arrasa todo, abriéndose en surcos en los que se hunde la mano del hombre, levantando olas que sumergen caparazones de hierro, y tantas otras secuencias que vienen a decir que no somos lo que creemos ser, sino una especie más de las muchísimas que habitan en la tierra y de las más depredadoras.  


Fundirse en plena naturaleza me da energía para seguir siendo parte de ella, para vivir, amar, reír y gozar. No dejes que se escape de tu vida, mézclate con ella, corre, salta entre las nubes y llénate del reanimador oxígeno, el que te hace ser torbellino sanador de vida. 





Mi Yo fundiéndose con la naturaleza

REENCUENTRO

Repasando antiguos correos electrónicos intercambiados con un muy buen amigo hace ocho años, he encontrado esta preciosa fotografía que me e...