domingo, 19 de abril de 2020

#YoMeQuedoEnCasa -38


Llueve un día más, nutriendo de vida a la tierra. Estamos en su tiempo, va recuperándose de tantas heridas ocasionadas por los humanos. La hemos despreciado, sangrado, talado, contaminado, esquilmado. Nos hemos sentido sus amos. ¡Qué ingenuos! Nunca lo hemos sido, solo la teníamos en préstamo y no la hemos sabido cuidar. A la fuerza nos hemos dado un baño de realidad. ¡Bueno! Todos no, porque hay quien cree aún que el mundo seguirá igual, anhelando irse de fiesta cuando acabe la cuarentena. Está bien que pensemos en la alegría que nos ha de producir el desconfinamiento, pero con la certeza de que muchas cosas han de cambiar. Hay gente que aún tiene que bailar la danza de la realidad, no es consciente que estar confinado significa estar bajo la vigilancia de la autoridad, y que los protocolos de vuelta a la “normalidad” van a seguir privándonos de nuestra libertad. Una vigilancia que según parece perdurará hasta que encuentren una vacuna eficaz. En España, ya nos van avisando que los abrazos y los besos habrá que dejarlos hasta fin de año, como menos.

Hay voces que afirman que el virus se ha escapado de un laboratorio chino cercano al mercado donde se inició todo. No quiero creer en tanta maldad del hombre. Prefiero suponer que el virus ha mutado de animales a hombres para que la tierra pueda recuperarse de tanto daño. Lo contrario querría decir que miles de millones de personas en el mundo nos vemos confinados en nuestras casas porque alguien quiere convertirnos en ovejas, encerradas en corrales para protegernos supuestamente del lobo-virus. De este modo nos sentimos seguros al calor de la paja sin apenas rechistar. Solo unos pocos, balan angustiosos ante un futuro en el que nuestra libertad pueda estar controlada. Cierto que la salud es lo primero. Cada muerto es como una puñalada en el corazón, cada vida recuperada un atisbo de esperanza. Pero la vida nunca ha de conducirnos a través de la muerte a la perdida de la libertad.

No quiero ser oveja, no quiero que me echen el lazo para anularme, quiero ser un hombre que lucha por la vida de los otros y la propia desde su libertad.




Sí quieres conocer más sobre el magnifico trabajo de Paul Freeman o quieres adquirir algunos de sus libros visita su página web: http://www.paulfreeman.com.au/
------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Las fotografías proceden de Internet, y no se cita al autor por no indicarse en el lugar de origen su autoría y procedencia. En caso de incumplimiento involuntario de algún derecho se retirará inmediatamente











8 comentarios:

  1. Tan ciertas tus palabras amigo, la tierra dijo basta, necesito un respiro, el cuál hoy nos está costando este encierro y debemos aprovechar para recapacitar y pensar como contribuiremos de forma favorable con nuestro querido planeta tierra. Abrazos de oso a la distancia para vos y todos los amigos viajeros. Nacho.

    ResponderEliminar
  2. Todo un grito a la naturaleza, a su conservación, a respetarla, a fundirnos con ella, preservándola, y ella con nosotros. Sabe ser agradecida si la tratamos bien pero, como los humanos, tiene un límite. Hasta aquí hemos llegado, ha dicho. Y ahora, nosotros, a lamentarnos y a darnos cuenta (todos no, muchos siguen sin hacerlo) del mucho daño que la hemos hecho. Sí, la tierra ha dicho basta.

    Yo tambien me niego a creer que el virus ha salido de un laboratorio. No puede ser que el hombre tenga tanta maldad. Es posible que nadie sea bueno del todo, pero es imposible que alguien sea tan malvado. No puede ser posible.

    Claro que cada muerto es una puñalada en el corazón, bien lo sabemos los sanitarios, pero nada comparable con los familiares; y el orgullo y alegría sentidos al ver a una persona recuperar su salud.

    Saldremos, pero nada será igual. Concienciémonos. Que no estamos solos, que la naturaleza está ahí, que hay que respetarla y seguro que ella nos devolverá lo mejor de ella misma.

    Nacho, Germán, a todos un abrazo. Henri.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu trabajo, por estar ahí ayudando a los demás. Siempre he pensado que sois muy importantes, vitales para la vida. Me reafirmo en ello, aunque también creo que la fuerza está en el interior de cada uno. Un abrazo grande y mi aplauso sentido

      Eliminar
  3. Muchísimas gracias Germán. Hasta donde podemos llegar, ayudamos a las personas a recobrar la salud perdida. Cuando alguien sale restablecido del hospital, se produce una alegría y orgullo en nosotros muy especial. Quizás no se note, pero ahí está. Como tú dices, la fuerza interior, y física, las ganas de curarse del paciente, influye, y mucho, en su curación.
    Muchísimas gracias de nuevo por esos aplausos como señal de reconocimiento a nuestro trabajo. Ahí están junto a sanitarios, los celadores, vigilantes, limpiadores, auxiliares domésticas, asistentes sociales, voluntarios..., cocineros... que comparten con nosotros satisfacciones, tristezas, peligros. Con ellos compartimos todos los aplausos que nos enviais y nos ayudan a continuar sanando, en lo posible a los pacientes.

    Muchos necesitamos en su día apoyo psicológico en la tragedia del 11M. Ahora volveremos a necesitarlo (yo doblemente) a causa del Covid. Espero no desfallecer en esta crisis sanitaria, porque es difícil soportarla. Nuevamente, gracias por tu apoyo, fundamental para mi situacion particular, y tambien para, como tú dices, ayudar a los demás. Un abrazo. Henri.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes toda nuestra fuerza. Estamos contigo y con todos tus compañeros. Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  4. Dos aspectos quiero comentarles hoy, después de saludarlos a ustedes Germán, Henri, Nacho, amigos...
    Uno es agradecer que Germán nos haya permitido acceder a la página de Paul Freeman, excelentes fotos, cuanta belleza extraída del cuerpo masculino, sin la menor sombra de vulgaridad, los que no han accedido se la recomiendo también, permite mucho disfrute.
    El otro aspecto tiene que ver con las profundas ideas que Germán introduce y Henri y otros comentan, vinculadas al divorcio que se ha ido produciendo entre el hombre y la naturaleza de la cual forma parte, las ansias de tener cada vez más, de enriquecimiento sin calcular consecuencias, de vivir el ahora sin pensar en el mañana han provocado tantos males presentes y futuros que se impone tomar medidas. Creo en que la humanidad se salvara, soy optimista, pero sé que es una lucha difícil, en primer lugar porque hay mucha falta de unión en el mundo, los poderosos, los que más se han beneficiados de los daños realizados a la naturaleza también se han ocupado de llenar la mente de la mayoría de banalidades y de ideas que llevan a la desunión, a la no aceptación del otro y de las diferencias. De cualquier manera confío en que esta situación mundial sirva para que muchos tomen conciencia y aunque sea progresivamente la humanidad de pasos hacia el bien y se aleje un poquito al menos del mal.
    Un abrazo a todos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Descubrí a Paul Freeman hace ya unos años. Sus fotografías son de una inmensa belleza. La naturaleza en todas sus formas se muestra vibrante, única, hermosa. Los hombres transmiten cotidianidad en su desnudez, como si se vieran vestidos. Maravillosas imágenes las suyas.

      Con respecto a nuestra relación con la naturaleza, comparto tus palabras. Los poderosos se han beneficiado, pero la mayoría de los mortales tampoco hemos hecho mucho por beneficiarla. Solo un plástico en la playa dejado despreocupadamente ya es una agresión. La hemos fallado todos. Un abrazo amigo.

      Eliminar

Gracias por compartir este viaje

SOLO PARA TUS OJOS

Para que nadie se quede sin vistas completas, y ante el comentario de Tony, estos momentos van por vosotros y en especial por el amigo itali...