Estos
días me siento amigo de mi mismo. Curiosa afirmación, incluso algo incauta,
pero nada trivial, pues no creáis que todos somos amigos de nosotros mismos. La
mayoría de los seres humanos ven en si mismos un desecho de peros, pues son
muchos los que no se aceptan, detestan o simplemente no se quieren. Otros en
cambio se gustan tanto que se convierten en puro egoísmo, aunque creo que estos
son muy pocos, ya que en el fondo se sienten inseguros.
Solo
unos cuantos son amigos de si mismos, aquellos que a través de la
interiorización descubren su camino, pues mucha paz interior ha de tener uno
para quererse sin egoísmos, solo desde el corazón.
En
estos meses he aprendido a confiar más en mí. A ser Yo. Ahora me siento
liberado de viejos traumas, libre de atormentarme por el futuro, de reprocharme
el pasado. Libre de palabras dañinas, libre de zozobras y miedos. Me fortalezco
en mis esperanzas, en mis ilusiones, en mis ganas de vivir, pero sobre todo en
el presente.
¡Sí!,
construyo mi tiempo día a día. Por ello aprovecho este espacio del verano para
vivir con más intensidad cada momento.
Me enraízo con la naturaleza cosechando sus frutos, paseando sus
caminos, gozando del agua del mar,
bañándome en un río que nutre los deseos más míos o
sesteando a la sombra del viejo olmo.
Preciso
es ser buen amigo de uno mismo para poderlo ser de otros, para poder vivir la propia
vida. ¡Feliz verano amigos!
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Las fotografías proceden de Internet, y no se cita al autor por no indicarse en el lugar de origen su autoría y procedencia. En caso de incumplimiento involuntario de algún derecho se retirará inmediatamente