martes, 22 de octubre de 2019

Atrapado en la misma piel



Quiero compartir con vosotros sentimientos que viven en mi desde hace unos meses y que no sé exactamente como definir, o tal vez me de miedo hacerlo.

Siento que habito la misma piel, el mismo cuerpo, que las manos son las de siempre, al igual que las piernas que me mueven, hasta los ojos son los mismos, aunque se vayan apagando en ilusiones cada vez más lejanas.

Me siento atrapado en una vida que grita en busca de libertad, que quisiera romper con todo para sentir la fugaz belleza de lo que le rodea.  Quiero caminar hacia adelante y no lo hago, quiero recorrer otro cuerpo y no lo hago, quiero ser feliz y no lo hago. En definitiva, quiero ser y, no soy.

Es otra vez la misma historia, cansina y abotargada. Hastía hasta lo más profundo depender de lo que digan los demás, depender de otros para el sustento diario, no tener libertad de caminar según tus pasos y hacerlo con los de los demás.

Esta vez no quiero que cuando el otoño haya pasado no haya pasado nada. Quiero amar a mi esposa en libertad, quiero amar al hombre en libertad, quiero tener un trabajo que me de libertad, quiero ser libre para tener libertad de elegir aquello que me haga más feliz.


Atrapado en mi misma piel, esta tarde fluyo en trapos olvidados, sucias corrientes y recuentos no contables. Es como si el rostro se diluyera en nada, el cuerpo se mostrase desnudo entre fondos de níveo blanco y el pensamiento fuese aventurándose en desgarradoras tristezas.

El agua de mi río se pierde en el mar de mis interioridades, no quiere fluir al estuario de la vida.


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Las fotografías proceden de Internet, y no se cita al autor por no indicarse en el lugar de origen su autoría y procedencia. En caso de incumplimiento involuntario de algún derecho se retirará inmediatamente










lunes, 14 de octubre de 2019

Abiertas risas con sonido de lluvia


Esta mañana ha llovido con fuerza, tronando con desgarro, despertando de un vacío letargo mis silenciosos mundos. Ya no sé si vivo viviendo o si paseo por el mundo tan de puntillas que parece que no exista ni en mi sosegada piel.

La hierba brilla ahora bajo el sol quebradizo de la tarde, dorando mi alma hasta desatar decibles sonrisas. Rio a la vida con una sonrisa rompedora y viva, anhelante de sentirte, de gozar con tu afanoso abrazo que me llena de vida.

La vida es una risa loca cuando sentimos en nuestro corazón el latido de otro corazón. Bombean juntos donde si es verdad, donde los dioses se aman sin sombras ni edad.

Otoño de lluvia, sol y amorosos anhelos, te encuentro cuando octubre es presa de ansiosos corazones, encumbradas risas y abiertos cuerpos.




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Las fotografías proceden de Internet, y no se cita al autor por no indicarse en el lugar de origen su autoría y procedencia. En caso de incumplimiento involuntario de algún derecho se retirará inmediatamente

REENCUENTRO

Repasando antiguos correos electrónicos intercambiados con un muy buen amigo hace ocho años, he encontrado esta preciosa fotografía que me e...