Mañana dejaremos atrás el año
2017 para adentrarnos en el 2018. Pasan
los días casi sin sentir, pero siempre vividos, y los de este año que acaba han
sido proporcionadamente buenos. Tras una larga etapa de búsqueda, al fin he
encontrado la tranquilidad anhelada, consecuencia de aceptar y comprender quien
eres en realidad.
Este año no ha habido deseo de
encontrar a un amigo con el que compartir plenamente este viaje. Me di cuenta
de que no lo necesito, que tengo a mi lado la persona que más he amado y amo.
Mejor vivir con ella cada una de las sensaciones que me da la vida que hacerlo
desde las palabras, los sueños o los falsos anhelos de alguien que solo está en
internet. Así que apenas me he pasado por las distintas redes sociales, digamos
que me he vuelto egoísta con el tiempo. Prefiero dedicar el poco que me queda a
compartirlo con vosotros mis compañeros de viaje, mis compañeros de
confidencias.
No sé que nos va a deparar el año
que comienza en apenas unas horas. Si es por pedir para mi, en el plano
afectivo y de relaciones pediría que todo siguiese como existe ahora. Para
vosotros pido que se cumplan vuestros sueños y deseos. Brindo por ellos, por
nosotros, por la vida. ¡Feliz Año 2018!
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