Aprieta el calor en este mayo que nos trae días de verano. Unas gotas de sudor resbalan por la espalda buscando cobijo entre las nalgas. El ejercicio ha sido duro, aunque uno salga fortalecido de la sesión.
Llega el ansiado momento de encontrase con el agua. De camino a la ducha el cuerpo se estremece en un escalofrío de carne.
Al abrir el grifo las primeras gotas de agua mojan el pelo resbalando buscando las líneas del ardiente cuerpo.
Cae el agua con preciada intensidad. Nada se opone en su transparente camino. Moja la piel, moja el vello, moja la carne que se muestra gozosa en sueños. Las gotas saltan salpicando los blancos azulejos. Nadie la somete, ni siquiera las manos que intentan atraparla deslizándose por el cuerpo del deseo.
El jabón blanquecina la piel con espuma que huele a brisa de mar. Hay una apetencia no formulada que hace correr veloces las manos. Suben, bajan, se detienen con ganas en los testículos, hasta cerrar la verga con suavidad, deslizándose sin más limites que los propios.
El agua vuelve a restituir el clamor de la piel, refrescando el ardor de la pasión. La realidad deslumbra, parpadea afable más allá de su tiempo.
Límpido, palpitante de vida, el hombre aparece hermoso, sublime, perfecto a los ojos que le miran. Admirar tu belleza exterior es mirarse en tu gran alma. Gracias amigo por tanta generosidad.
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| Fotos: Fede |
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me encanta el relato , y las fotos,jeje.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Gracias amigo. Abrazos.
EliminarGermán, amigo, el agradecido soy yo de tu generosidad de permitirme mostrarme en tu blog. Fede
ResponderEliminarEs todo un placer hacerlo, no hay más que ver tus fotografías. Abrazos y besos, Fede.
EliminarEstas muy bueno amigo Fede
EliminarQue buena entrada y que bueno esta Fede, lo ayudo a bañarse jaja. Abrazos amigos
ResponderEliminarAl menos tú estás más cerca jejeje. Un abrazo.
EliminarSaludos para todos mis amigos viajeros, hace varios días no entraba a estar en la nave con ustedes, pero les aseguro que en mi pensamiento siempre estoy ahí y estoy seguro que nunca me desmontaré, doy muchas gracias a Germán por habernos permitido encontrarnos y ser como somos en estos momentos. Germán con su genialidad de siempre para expresar en palabras los sentimientos, que manera hermosa y excitante de expresar lo que seguramente muchos, yo de forma especial, siento cuando estoy en la ducha, el placer que me produce el agua recorriendo mi cuerpo, claro apenas tengo vellos en el cuerpo así es que ese placer no lo puedo conocer ja ja. Las fotos de ilustración son muy bellas, producto de la fusión de cuerpo y agua, combinación perfecta, en definitiva en el agua nos originamos los seres vivos, quizás de ahí el por qué muchos como Germán, y como yo, sentimos placeres especiales cuando nuestros cuerpos son acariciados por ella y mucho más si no hay barrera de ropas, si estamos desnudos.
ResponderEliminarPero lo mejor de todo esto es la alegría que sentimos de ver que Germán está de mejor ánimo, coincido con su planteamiento que el silencio también es compañía, igual que hay una canción que dice "acompáñame a estar solo", yo escribiría otra (si fuera compositor por supuesto, nada más lejos de eso) que sería "acompáñame con tu silencio". Un abrazo a todos, disfrutemos de la vida.
Bonita y muy realista frase Luis Mario, nos acompañamos en nuestro silencio. Desde la lejanía o desde la cercanía vivimos nuestra dualidad desde el silencio, acompañados por otros amigos que viven los mismos sentimientos. Un abrazo.
EliminarMe falto agradecer a Fede por permitirnos el placer de acompañar las palabras de Germán, con su hermoso cuerpo en la ducha, es más que un cuerpo, una obra de arte humana.
ResponderEliminarFede, gracias macho!
ResponderEliminarGerman que gusto reencontrarte!!
Un abrazo fraternal a todos!!!