Hoy la palabra se ha vuelto silencio. He salido tras quince días sin pisar la calle, cruzándome con amigos a los que no veía desde antes del confinamiento. A dos metros de distancia y con las mascarillas puestas parecíamos vivir una historia que no era la nuestra. Uno era un empresario con más de cien trabajadores, otro un autónomo, un comercial, también con un político autonómico con alto cargo, con la cajera del supermercado, la panadera, los del servicio de correos. Todos han perdido la sonrisa de los ojos. Me han transmitido inseguridad, asfixia y mucho temor ante la situación que nos espera.
Quiero ser positivo, pero ¿qué decir ante un futuro que todos vemos muy incierto? Nada, solo silencio.
Derrotado sobre el suelo miro al horizonte blanco de la pared anhelando los colores perdidos de la vida.
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Fuerza, esperanza, resistencia, confianza, seguridad
ResponderEliminarTodos los viajeros de esta nave estamos junto y saldremos adelante hacia un futuro mejor
Un abrazo a todos
Las tengo, pero uno no es de piedra, y ayer fue un baño de dura realidad. A veces creo que confinados en casa nos parecemos a aquellos reyes que vivían rodeados de lujos encerrados en sus castillos sin saber las restricciones que pasaban sus súbditos. Hoy mejor, gracias por los ánimos. Un abrazo amigo.
EliminarVaya positivismo para salir así mejor quedarse en casa...!!!
ResponderEliminarSalí de lo más positivo, pero regrese tocado. Hoy he recuperado mi positividad, a pesar de lo que sea hay que proyectar un futuro mejor. Un abrazo amigo.
EliminarSaldremos adelante, Luis Mario. Eso esperamos y confiamos, con todas nuestras fuerzas y resistiendo. Será muy difícil que durante un tiempo prolongado cambiemos la tristeza por alegría en nuestros ojos, esa tristeza que ves tú, Germán, en los ojos de tus vecinos, tus amigos, la que verías en mí. Y eso lleva al silencio.
ResponderEliminarComo sabeis, yo salgo a la calle por obligación camino del trabajo. ¿podeis imaginaros estar horas viendo esos ojos tristes, esas miradas temerosas que te preguntan sin hablar?.
Por eso, yo necesito salir a la calle a ver caminar a la gente, a escuchar hablarles sin que me interese lo que dicen, a buscar ojos llenos de alegría, que por ahora, Germán, coincido contigo en que es difícil de encontrar. Pero los encontraremos, seguro que sí, hay que ser positivo. Junto con la esperanza, fuerza y confianza que nos envía Luis Mario para utilizarlas, seguro que la alegría en los ojos volverá a las calles, aunque muchos sanitarios necesitemos un psicólogo que nos ayude a recuperarla.
Un abrazo para todos. Enrique.
Así es, la recuperaremos porque el ser humano es fuerte y se adapta a las circunstancias, pero será duro el recorrido. Mucha fuerza y total apoyo para los sanitarios. abrazos.
EliminarGerman. Que bueno empiezas a salir poco a poco. El mundo es diferente ahora, habrá que adaptarnos. Te mando un fuerte abrazo.
ResponderEliminarOtro fuerte abrazo para ti, es preciso adaptarse amigo, no nos queda otra.
EliminarÁnimos amigo Germán, pronto volverán los colores a nuestras vidas y los tan ansiados abrazos de piel. Saludos a todos los viajeros. Nacho
ResponderEliminarEsos abrazos de piel pondrán alegría a nuestras vidas. Como se echan de menos. Cuídate.
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