En Valencia aún estamos en fase 0, tenemos desde las seis de la mañana hasta las diez y desde las ocho de la tarde hasta las once de la noche para hacer deporte, caminar o pasear. A poco menos de un kilómetro de mi casa se yerguen unas gruesas montañas que limitan el valle. La mañana acompañaba para acercarse hasta ellas. Equipado con pantalón corto, camiseta, zapatillas de montaña, gorra y una mochila me he encaminado hacia ellas.
La caminata ha sido más abrupta de lo que pensaba, demasiado tiempo sin hacerlo. Cerca de sus faldas el camino se vuelve de tierra, integrándose en pura naturaleza. Que delicia respirar su aire, absorber el sol con ganas. Al cabo de un tiempo me he quitado la camiseta. El sol apuntaba fuerte y era una delicia recoger en mi piel sus protectores rayos. Unos pasos más allá he decidido quitarme el pantalón para practicar senderismo nudista.
Caminar por la montaña desnudo, apreciando las caricias de las hojas, es un placer sublime. La orografía no me permite hacerlo descalzo, pero con todo, es un gustazo. Durante media hora me he sentido feliz. Simplemente feliz. Alguno de vosotros puede que no comprenda mi estado de felicidad, la vida es así, cada uno encontramos el bienestar en nuestro ser. Solo puedo decir que he disfrutado mucho de mi camino, que espero repetir muchas veces, tal y como lo hice en el pasado.
Recuerdo aquellas marchas por la extraordinaria sierra de Espadán con un amigo que me animo a hacerlo desnudos. Los alcornoques, las jaras y los lentiscos alentaban cómplices nuestros paseos, descubriendo nuestros ojos unas maravillosas vistas que se llegaban hasta el mar. Cada vez que camino lo presiento a mi lado, hablando de naturaleza, nudismo y deseos compartidos. El error fue querer trasladar aquella magia que nos envolvía a la habitación de un hotel. Al despedirnos sabíamos que no nos volveríamos a ver.
De nuevo nos acompaña nuestro amigo Fede, otra extraordinaria visión de la naturaleza, esta vez hecho hombre. Gracias por estar.
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| Foto: Fede
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Que hermosa entrada Germán y que bueno esta Fede. Saludos Nacho
ResponderEliminarGracias amigo, los argentinos que compartís este viaje estáis muy buenos. Un abrazo Nacho.
EliminarHola Germán,Que ganas de volver a la montaña, por mi zona no voy desnudo,aparte de ser una zona concurrida,por corredores y senderistas ,el nudismo no es lo mio,ni el de mis compañeros de trail runing,pero hecho de menos las sendas con su vegetación, el ruido de los nacimientos de agua, notar el sol y el viento en la piel,y la sensación de relax, al terminar la ruta, me descarga de le las preocupaciones diarias.
ResponderEliminarun abrazo.
Vicent
No te creas que yo voy siempre en bolas por la montaña, lo hago cuando tengo la seguridad de que estoy solo, y es una sensación maravillosa, igual que las que tu vives en tus paseos por la montaña descubriendo una flor, una hierba aromática o una piedra singular. Paz total. Un abraç Vicent.
EliminarQué sensación de libertad la que debiste sentir en ese paseo por la naturaleza a un paso de casa , verdad?. Al igual que Vicent, yo tambien hecho de menos las sendas que discurren por mi amado Pirineo navarro. Disfruto por sus recovecos de Zaldúa, de Ibañeta. de Basajaunberro, del camino de los canónigos. De esas hayas, robles centenarios, caballos salvajes y pacíficos, de esas noches estrelladas inmensamente bellas. Sí, en Roncesvalles, Navarra. Hace tres años conocí la zona y me fascinó. Hace dos se la dí a conocer a Antonio (y nos perdimos en el hayedo de Urrobi, en Burguete, solos, en medio de la montaña). El pasado año volví, esta vez en soledad.
ResponderEliminarNo hago senderismo nudista pues por alli voy en octubre y hace frío para ello, pero no me importaría. Y qué libertad se siente entre esa naturaleza exhultante y grandiosa, la misma que sentirías ayer, Germán, en tus montañas. Y sí, Vicent, vuelves aliviado de las preocupaciones cotidianas.
Tambien un saludo para Nacho, que disfrutas tanto con las lecturas y pensamienhos escritos de Germán (tienes razón: Fede está muy bien, pero que muy bien).
Para todos un abrazo y a planear una ruta senderista en la que podamos conocernos. Henri/Enrique.
Que hermosos deben ser esos paisajes que describes. La naturaleza es lo más grande y debemos volver a ella, ahora tienen una buena oportunidad de hacerlo aquellos que no la sienten. Nuestro amigo Fede es un hombre espléndido, y como diría un famoso cocinero español, rico, rico y con fundamento. Un abrazo amigo
EliminarEnvidio no tener parajes como los que ustedes visitan, no obstante a eso se buscan alternativas para estar en contacto con la naturaleza, no importa si es con ropa o desnudo, lo importante es sentirse en contacto con ella y en libertad de disfrutar lo que nos ofrece y debemos cuidar.
ResponderEliminarEn cuanto a Fede ni hablar, de acuerdo en que está rico rico, para comérselo, Fede cuídate que hay muchos lobos detrás de ti, ja ja ja.
Un abrazo Germán, Henri. Nacho, amigo anónimo, Fede, … amigos y compañeros que compartimos nuestras preferencias bisexuales en este viaje en que Germán felizmete nos ha montado.
Grandes los amigos que nos acompañan en el viaje. Abrazos.
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