Me niego a parecer una estatua sin vida, aunque hoy sienta como un impasible ignorante, o al menos es lo que pretenden los que nos gobiernan. Mejor no saber la realidad para que viva ajeno, encerrado como en una prisión con el tercer grado. A este paso solo nos quedarán las azoteas como reducto de libertad. Solo en ellas se puede acariciar el cielo.
Por eso me refugio allí, apoyado entre sus paredes sin techo. Desde la terraza ya no sé si miro buscándote, anhelándote o sufriendo. En la vida, ya nada es lo que creemos. Cuando entendía que pasábamos a la fase 1, nos quedamos en la 0. Seguimos sin posibilidades de encuentros, por lo visto en Valencia también se han hecho las cosas mal, y eso que el gobierno autonómico nos ha machacado toda la semana asegurándonos que pasábamos de fase.
Habrá que seguir esperando para encontrar la sonrisa del amigo, la cerveza en la terraza o la cercanía de la familia. Por el momento nos quedan los paseos en masa o la soledad de una azotea desde la que buscarte sin encontrarte.
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"Encerrado como en una prisión con el tercer grado". Así me siento yo, como tú, por mas que me dejen salir un rato al día y me cruce con infinidad de paseantes, pegado a la verja de mi amado parque del Retiro todavía cerrado. Paseantes sin protección alguna en sus caras, en sus manos, sin respetar distancias.
ResponderEliminarNi Valencia ni Madrid. A la cola, nos quedamos atrás.
Crisis de gobierno en Madrid, con dimisión de una excelente profesional de salud pública. Lo sabemos bien los empleados públicos sanitarios de la Comunidad. No está de acuerdo con el paso a fase 1. Por eso se ha ido, por desacuerdo con sus superiores, el consejero y la presidenta autonómica.
A pesar de desear en mi interior el paso de fase, debo decir que creo a la dimitida directora, y no a sus superiores, para los que trabajamos todo el sector sanitario público de Madrid. La región no está preparada aún. Lo vivo a diario. Estamos mejor, pero no mínimamente restablecidos.
Quiero encontrarme de nuevo con las personas que quiero; con mis amigos a disfrutar de un pequeño concierto en el Café Central los viernes o sábados noche; con mi querido Antonio para hablar, pasear, tener y disfrutar de los buenos momentos, a veces íntimos, que tanto nos gustan; con mi conmovedora Olga, con nuestras cercanías y lejanías, pero al final, de nuevo juntos, para un día, para una noche, para hablar del presente suyo y mio, o de nuestro común pasado, quizás algo mas. Quisiera decir que tambien desearía ver a mi familia, pero no puedo: la hubo, pero ya no.
Germán, todo llegará. Bajarás corriendo de la azotea porque, desde arriba, verás a alguien a quien quieres acercarse a tu casa, a tí. Todo llegará, ya lo verás.
Un abrazo con todo mi corazón. Henri/Enrique.
Se que llegará, pero como en Madrid, en Valencia tampoco se da el mejor escenario para la fase 1 por mucho que se quiera. Aunque sea duro para miles de familias, primero hay que controlar al virus en hospitale y con los test que nadie ve, luego desescalar. Habrá que esperar, y no tengo prisa. No seré de los primeros en salir. Prefiero que se calme todo.
EliminarQué bonito cuando hablas con tanto amor de Antonio, Olga y el Café Central. También me gustaba ir y disfrutar de los conciertos. De hecho las plazas de Santa Ana y del Ángel son de mis lugares preferidos, a los que siempre vuelvo. Añoro Madrid.
Cuídate, un abrazo
Toda la razón del mundo: yo, que iró icamente tengo que salir a trabajar, no tengo prisa por salir. Que todo se calme, tal como dices tú. Será mejor así. Valencia y Madrid deben mejorar, y mucho. Créeme que se intenta controlar el virus en el hospital: no es fácil, se escurre, cambia, se transforma. Los chicos y chicas del laboratorio están 24 horas al día intentándolo, buscando su punto débil, Su trabajo es callado, desconocido, intelectual. Y básico y fundamental.
ResponderEliminarQué bien conoces Madrid. Y qué gustos tan parecidos a los míos. Cuando vuelvas, avísame: si quieres, nos conoceremos en persona.
Gracias por tu apreciación. Solo puedo hablar así de ellos: de Olga, de Antonio, ellos me ayudaron y aún lo hacen a que yo pueda seguir adelante. Y saben tambien que tu blog es pieza importante en esa ayuda. Tenemos un pasado y presente muy bonito Antonio y yo. Un pasado muy bonito y dramático al final, entre Olga y yo. Pero ambos grandes personas.
Un abrazo, Germán. Enrique.
Gracias por cuidarnos, no olvides cuidar a tus amigos. Son grandes. Abrazos.
EliminarDe nada Germán. Hacemos lo humanamente posible para sacar adelante a los ahora enfermos.
EliminarVerdaderamente, soy afortunado de contar con Olga y Antonio sobretodo, merecen que se les cuiden. Si tuviese que hacerlo por ti, din duda wue lo haría Germán. Muchas gracias y un abrazo. Engiwue.
Muchas gracias Enrique. Abrazos.
EliminarHola Germán, Hola Henri, pienso igual que ustedes, lo más importante es cortar la cadena de transmisión y no apresurarse en suprimir medidas que de una forma u otra han propiciado que el contagio no sea mayor. Es doloroso pensar que haya tanta gente, médicos, enfermeros, personal de aseguramiento, y tantos otros que se sacrifican, trabajan, se arriesgan, se separan de sus familias y que sin embargo muchos irresponsables puedan tirar por tierra tanto esfuerzo y sacrificio. Por eso les pido Germán, Henri, compañeros de este hermoso y revitalizador viaje que se cuiden, que sean prudentes, que es mejor sacrificar unos días ahora y no la vida o la salud nuestra, de nuestra familia, de los amigos. Un gran abrazo para todos
ResponderEliminarEn ello estamos amigo. Abrazos.
EliminarLuis Mario, lo que dices es una gran lección de responsabilidad. Muchod deberían aprendérsela. Muchas gracias. Enrique.
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