Está tarde de sábado dormito varado entre juncos que son explosión de energía. Mis sueños sueñan con brazos que me abracen sin decir, solo con sentir. El agua apenas cosquillea los pies refrescándolos del intenso calor de un verano casi sobrevenido.
Abierto al espacio espero que lleguen tus manos ardientes y suaves, deseadas con tantas ganas que harán explotar todos mis espasmos.
Tan centrado estoy en ti que ni siento que la barca se hunde en mis ansiados sueños. Pronto, el chapuzón me despertara de este letargo que nos hiere alrededor de un virus extremo.
Abrazar es vivir, sentir el aliento del otro que nos da aliento. Hoy mis brazos se muestran caídos, rozando el agua que no fluye más que en silencios. ¡Ven pronto! que necesito tu abrazo para volar juntos.
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En ese deseo y esperanza vivimos algunos. Unas veces, alimentando nuestra mente de deseos positivos; otras, expresando interiormente nuestras dudas sobre si ese ser deseado, se acercará a nosotros; finalmente, aún con esperanza, sabemos en silencio, que ya no volverá mas a nuestro lado.
ResponderEliminarUn compendio de sensaciones, como puedes ver.
Maravillosa fotografía que me transmite tranquilidad y paz, tan importantes para mí.
Abrazos para todos los compañeros: a los que vivís como Germán y como yo en España, a los que estais por allá en las Antillas-Cuba, Argentina, México, Chile, Estados Unidos..., donde quiera que vivais. Cúidense, por favor, cuiden a los suyos.
Gracias Germán por darnos a conocer tus sentimientos.
Henri/Enrique.
Hermosa imagen, geniales palabras las de Germán. Los abrazo, somos, estamos, nos queremos y seguimos adelante, juntos.
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