Para mí el arte es como el aire que respiramos, me da vida. Si hubiese podido preferir una profesión, sin duda hubiese elegido ser pintor. Me parece un don del cielo trazar con unos carboncillos o unos pinceles en un espacio blanco una escena, un personaje, una naturaleza. Y, sobre todo, me resulta apasionante ser retratista. Captar la fisonomía del ser humano, la esencia del ser; ver lo que no percibe a simple vista el ojo humano, incluso el alma del retratado, debe ser una experiencia exquisita para el que lo hace.
Me imagino en el estudio de pintura de una academia, rodeado de compañeros, con nuestros caballetes y lienzos preparados para captar los contornos del modelo, que desnudo posa para que le encumbremos. Me imagino en un estudio propio en el que el amante posa con confianza ante los ojos del artista, seducidos y fascinados por su tersa piel y su penetrante mirada. En ambos el placer se sublima con el arte.
Y, si la pintura es el arte de la representación, la vida es la representación de sí misma. Trazarla en un lienzo es hacerla tuya.
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Buenos días Germán. Solo unas palabras, en un momento de descanso en esta mañana soleada de Madrid.
ResponderEliminarMaravillosa entrada: captar una mirada, un sentimiento, una emoción, un físico, o quizás lo mas importante entre todo: el interior, el alma del retratado, como tú bien dices. Todo ello, al alcance de unos pocos, los artistas, los pintores.
Si un día te hubieses decidido a probar el arte de la pintura, seguro que hubieses sido un excelente pintor, igual que como lo eres de escritor.
Ilustración excepcionalmente bella, tan tranquila, en silencio, en ese pequeño y humilde estudio de un pintor posiblemente anónimo.
Germán: gracias por enviarme tus deseos de apoyo y fuerza, en la entrada anterior. Me hace muy bien ahora mas que nunca.
Un fuerte abrazo. Enrique.
Gracias Henri. Seguimos por aquí con nuestro apoyo. Abrazos.
EliminarDe acuerdo con Henri, Germán, un excelente escritor, seguro sería un excelente pintor de la anatomía humana, con su sensibilidad sabría reflejar en su obra los detalles internos que llevamos escondidos y que se pueden traducir a través de la mirada, la sonrisa, ...
ResponderEliminarGracias Luis Mario, pero para ser pintor hace falta tener buena mano. Abrazos
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