Aunque estemos en casa, debemos cuidar nuestro aseo personal, nos hará sentirnos bien, con más ánimo y energía. No es una tontería. En algún momento del día te verás en un espejo y esa imagen que veas revertirá en ti y en aquellos que te acompañen en este encierro forzoso. Si te descuidas revertirá en tu estado de ánimo, con resultados de apatía y desazón.
Hoy toca controlar la barba, buscando sus contornos, delimitando el vello facial.
Acariciar los pelos de una barba cuidada produce un gran placer sensitivo. Me encanta sentir como se deslizan los dedos de otro en mi barba, me produce tales escalofríos en el cuerpo que son un gustazo. Pero también me gusta pasar las yemas de mis dedos en una ajena, es un deleite sentirla áspera y dulce a la vez, a sabiendas de la excitación que produce en el otro.
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| Fotografía: Fede |
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Qué tal Germán, de nuevo por aquí. Claro que sí, no podemos ni debemos abandonarnos solo porque estemos siempre en casa y no podamos sentir al compañero, al amigo a nuestra pareja junto a nosotros, La suavidad de una barba suficiente y bien arreglada, al tacto de unas manos ajenas nos envía unas sensaciones tan placenteras como las que provocan ese mismo tacto en un torso velludo o en un vello púbico masculino.
ResponderEliminarMe alegro que con mis breves palabras puedas paliar en algo tu soledad en casa. Yo tambien estoy solo y con tu blog y alguno mas suavizo estos días de clausura obligada. Un abrazo y gracias. Sigamos en casa.
Estamos bien, acompañado por vosotros y por la soledad del momento. Gracias Henri por estar ahí. Un abrazo grande.
EliminarGermán como siempre tan preciso en sus palabras nos permite conocer su rostro, sentir nuestras manos rozando su barba acabada de arreglar sin que físicamente lo estemos viendo, y también sentir sus manos en nuestro cuerpo, barba, torso, pubis, ... Volverá la normalidad, confiemos, no perdamos la esperanza, ni los deseos de vivir, sentir placeres, ser lo que somos
ResponderEliminarComo siempre un verdadero placer tenerte. Un abrazo
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