¿fofi...que?

Llevo unas semanas que es abrir la prensa digital y allá que me doy de bruces con la noticia de moda, los “fofisanos”. Aparecen por todos lados como el nuevo hombre de moda, ya no lo son los metrosexuales, los lumbersexuales, o los que se machacan en el gimnasio, ahora estamos de moda aquellos que nos gastamos una barriguilla producto de la cervecita o que es lo mismo de la buena vida. ¡Y yo que luchaba por que desapareciera de mi vista! aunque con ella se marchasen tan buenos recuerdos.

http://www.veintitantos.com/amor-ellos/hombres-fofisanos-la-nueva-moda

Hacía tiempo que no escuchaba tanta ramplonería junta. Vamos que a un hombre común, de los que se creían imperfectos, se le pone la etiqueta de moda, y zas, la masa queda sistematizada.

Y todo viene porque a una chica llamada Mackenzie Pearson, de 19 años de edad le dio por pensar algunas razones por las que un hombre normal es más atractivo, imagino yo que le gustaría un hombre de esas características, porque sino no entiendo nada. O es como lo del huevo de Colón, que nadie había caído en ello antes. Aclarar que me parecen muy bien las percepciones de la chica, que cada uno es libre para apreciar aquello que le gusta, y no voy a ser yo quien le quite sus gustos, que a mi me ponen de moda, jejeje. Más bien lo que me hiere es todo lo que se ha escrito al respecto.

Lo bien cierto es que Mackenzie a través de su sitio 'theodysseyonline.com' compartió algunas razones por las que un #DadBod, dicen que en inglés fofisano aunque más bien sería cuerpo de papa, es el hombre que todas las chicas deberían de amar. Sus argumentos, que vienen en la página veintitantos.com, son:

1.- Que los ‘fofisanos’ no nos intimidan.

2.- Que a las chicas nos gusta ser las bonitas de la relación y por eso está perfecto que ellos tengan rollitos.

3.- Que se siente más rico acurrucarse junto a un ‘dad bod’ que junto a un flaco.

4.- Que desde jóvenes sabemos cómo se verán nuestros novios ‘fofisanos’ a los 45 años, así que no hay engaños.

Lo cierto que varios hombres aprovecharon el término para hacerse un hueco en la red y subir sus fotos bajo ese hashtag, y de ahí a artículos, vídeos, encuestas, entrevistas, y similares hasta desbordarse en satisfechas memeces y una gran sarta de estupideces. Entre ellas puede encontrarse esta entrada, que es más que obvio que al final he caído en el intento de comentar lo que no quería.

A lo que iba, no me resisto a pensar que no será que más bien lo que en verdad importa es lo que encierra ese cuerpo, es decir, a un hombre común, real e imperfecto. Un cuerpo natural que no se obsesiona por su belleza física, pero si por cuidarlo con alimentación más sana, algo de ejercicio, cultivar el intelecto y mucho amor. Un cuerpo que se acepta, y comprende que la curva de la felicidad forma parte de sus vivencias más placenteras.

En definitiva nada nuevo sobre la tierra, más que la manía de etiquetar a todos y a todo. Seamos como seamos, lo importante es que nos queramos. ¡Bienvenida sea la normalidad!.

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