Esta tarde estaba chateando con
un amigo de Madrid por el Facebook. Mientras hablábamos de arte antiguo se ha
hecho casi de noche, dando paso a un voraz tormenta que dejaba caer con fuerza
mucha agua y tronando el cielo. Estaba tan entregado a la conversación que si
no es por el ruido del agua al golpetear el tejado ni me entero.
Los que seguís el blog sabéis que
me gusta la historia del arte, y sobretodo la escultura. Y mira por donde, me
he enterado de una exposición que no he de dejar de ver en mi próxima visita a
Madrid. Se trata de “Dioses, héroes y atletas. La imagen del cuerpo en la Grecia antigua”.
Se puede admirar hasta el 26 de julio en el Museo Arqueológico Regional que
esta en la ciudad de Alcalá de Hénares.
Así que me he puesto a buscar en
la red, y me he encontrado con el tríptico de la exposición, que os dejo por
aquí por la precisa descripción que hace de la misma y del porqué del desnudo
en el arte griego. Interesante es el video que han subido a Youtube con el
nombre de “Historia de una estatua”. Sin duda una exposición para mirar y
deleitarse con las bellas formas del cuerpo humano.
Tríptico de la exposición "Dioses, héroes y atletas. La imagen del cuerpo en la Grecia Antigua". Museo Arqueológico Regional, Alcalá de Henares. |
TEXTO DEL TRIPTICO
La asombrosa idea de ofrecer a la
vista pública un cuerpo desnudo fue griega. Que una sociedad vestida exhiba a sus
dioses, héroes y atletas desnudos en santuarios, ágoras o necrópolis es algo
inusual, insólito y extraordinario. Que además invente un desnudo irreal e
imposible, con una fuerte apariencia de veracidad, del que deriva miles de años
después nuestra forma de representar, de entender y de mirar el cuerpo humano,
es una hazaña.
El cuerpo de gimnasio
Un bello cuerpo masculino en la
percepción contemporánea es el de un joven de hombros anchos, pecho
desarrollado y abdominales marcados. Este cuerpo atlético, musculado, modelado
con sistemas de ejercicio y perfeccionamiento físico, es el espejo en el que se
miran muchos jóvenes y que da lugar a nuestra cultura de gimnasio. El resultado
es un cuerpo moderno, deudor e inseparable de la visión del cuerpo antiguo.
La invención. El desnudo
Nuestra forma de mirar tiene su
origen en la Grecia antigua. Allí se ideó un desnudo para ser visto en público:
un bello cuerpo masculino que, siendo una construcción intelectual, seduce
nuestra mirada por su alto grado de veracidad naturalista.
La belleza que inventan los
griegos es una imagen artificial e intelectual, una versión de un cuerpo de
varón anómalo porque no es lo común, extraño porque es imposible y noble porque
representa a criaturas excelentes, virtuosas y, hasta cierto punto, inmortales.
La imagen del cuerpo que
inventaron los griegos se concibió paradójicamente como un vestido. Sólo los
hombres se desnudan, sólo lo hacen los griegos y sólo aquellos que tienen
cuerpos ejercitados a diario en la palestra, es decir, los hombres libres que
poseen tiempo para el ocio.
Dioses, atletas y héroes
No hay una gran diferencia entre
la naturaleza y el aspecto físico de los seres divinos y de los hombres. Se
distinguen los dioses por ser inmortales, por su enorme fuerza y altura y por
su incorruptible e imperecedera belleza. Pero comparten con los hombres
defectos y pasiones, como amores prohibidos, odios y celos.
La perfección física y la
excelencia moral pertenecen, más que a ningún otro, al héroe. Hombre mortal que
alcanza la inmortalidad a través de la gloria, de la alabanza de poetas y
artistas y perdura durante siglos en la memoria de los vivos.
El héroe, el varón excelente,
combina juventud y belleza incluso después de la muerte. Morir joven y bello,
caer en combate en las primeras filas luchando por la patria, es una hermosa
forma de encontrar la muerte.
Aunque el desnudo no es ni mucho
menos un hecho cotidiano en el mundo griego, sí era posible ver cuerpos
desnudos en sus ciudades. El atleta griego practicaba ejercicio desnudo (gymnós)
en espacios reservados para ello: los gimnasios. Los cuerpos de los atletas son
vigorosos, duros y articulados, bellos como estatuas y pertenecen a hombres
íntegros, valientes, resistentes, que se afanan indeciblemente, con privaciones
y sufrimientos, por conquistar la victoria.
El desnudo femenino
El primer desnudo público de un
cuerpo de mujer se debe al escultor Praxíteles ya en el siglo IV a.C., varios
siglos después que el de varón, y representa a Afrodita. La diosa se acaba de
lavar o va a hacerlo cuando es sorprendida y se cubre con las manos. El
espectador se convierte en voyeur. El desnudo femenino, que es más bien un
desvestido circunstancial, nos lleva al mundo de lo humano y al deseo erótico y
esto, también en cierto sentido, ha pasado a formar parte de nuestra memoria
visual.
La fealdad, la burla y la caricatura
La fealdad es la ausencia de lo
bello, su contrario, tanto étnico como social. En Grecia lo feo se expresa como
antítesis de lo bello, tanto en lo estético como en lo ético. Si el cuerpo bello
heroíza, la fealdad muestra al antihéroe. Provoca espanto y risa. Es el
contramodelo del hombre ciudadano: son los esclavos, bárbaros, viejos o
deformes.
El desnudo en las Academias
Las estatuas clásicas se
estudian, copian y dibujan en los siglos XVIII y XIX en los talleres de los
artistas y en las Academias. En el ámbito académico el ideal de belleza es el de
la escultura clásica o el del modelo que adopta una postura adecuada, similar
al tipo escultórico. Primero en las Academias y después en las escuelas y
facultades de Bellas Artes se enseñaba a los alumnos, como parte de la
formación artística, el “dibujo del antiguo y del natural”.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Las fotografías proceden de Internet, y no se cita al autor
por no indicarse en el lugar de origen su autoría y procedencia.
En caso de incumplimiento involuntario de algún derecho se retirará
inmediatamente
Parece muy interesante...lástima que hasta mis vacaciones estivales vaya a tener tan poco tiempo libre para desplazamientos...
ResponderEliminarLa distancia en este mundo de tantas prisas no nos deja apreciar in situ la belleza del arte, pero al menos podemos hacerlo de otra forma por internet. Es una forma de viajar, de hacer próximo lo que está lejos.
Eliminar