COLEGUEO

No hace mucho me capturo esta fotografía publicada en una muy conocida red social bajo el epígrafe de amigos. 

Curioso el nombre, imagino que para muchos debería ser el de amantes. No me sumo a ellos, prefiero pensar en la amistad entre iguales. Desde que emprendí este viaje he conocido a muchos hombres que no solo ven en otros una polla que saborear.

Por eso me atrapó esta fotografía, por la naturalidad que se ha colado entre ellos. Dos amigos gozando del momento desnudos, tal vez enzarzados en una conversación sin trascendencia repleta de tierno afecto. Aquí le llamaríamos colegueo. 

Colegueo en la expresión de sus rostros, en la disposición de sus cuerpos, en la flacidez de su masculinidad, en unas manos que con sus movimientos delatan confianza entre ambos. Uno la extiende como afirmación a lo que dice desde la espontaneidad, el otro la apoya en la pierna del amigo indicando cordialidad.

Me atrae tener a alguien así, con el que disfrutar de momentos con encanto, en los que la magia nos llene de nuestro tiempo. Sentirse libre es la felicidad más absoluta. Lo contrario es sentirse oprimidos por nuestros miedos, la gente o el mundo. 

Cuando la torre que nos perturba caiga, viviremos desde la forma pura y consciente el bello ritmo que la vida nos irá dando. 

Disfrutemos de la amistad danzando en la realidad del amigo. 

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