jueves, 21 de marzo de 2024

PLACER CULPABLE


Esta entrada surge de las palabras de nuestro amigo viajero Curioso77 como respuesta al reciente post ¿Dudas? Tras los obstáculos habituales en el sentir de un hombre casado, sufridos por muchos de nosotros, define acertadamente al placer de hombres, con el nombre de placer culpable.


Así es como nos sentimos en innúmeras ocasiones, o al menos me sentí yo en su momento. Culpable de chatear, hablar o ilusionarse. Culpable por pasar un número de teléfono oculto. Culpable por tomar un café o una cerveza a escondidas. Culpable por emocionarse en un primer encuentro en el que te tiemblan hasta los sentidos. Culpable por abrigar emociones, por estremecerse con una caricia. Culpable por besar la boca de un hombre, por sentir las cosquillas de su barba. Culpable por apoyar la cabeza sobre el velludo pecho del amigo. Culpable por excitarse con la masculinidad del otro. Culpable por no conocerse en un rol. Culpable por ser, por desear gozar del placer de estar con un hombre. 


¿Has sentido tú también esas culpabilidades o alguna otra? ¿Vives bajo el temor y la desazón que produce la culpa? 


Si tu cabeza bulle en culpabilidades, baja el nivel del fuego para que no explote, para que te liberes de imposiciones y te aceptes como eres. Solo así, tus ojos se envuelven en ternura para mirar a otro hombre sin miedo al futuro.




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Las fotografías proceden de Internet, y no se cita al autor por no indicarse en el lugar de origen su autoría y procedencia. En caso de incumplimiento involuntario de algún derecho se retirará inmediatamente.

7 comentarios:

  1. La bisexualidad del casado es indudable y lamentablemente con culpa. Quizás ese morbo que produce el sentimiento de culpa y hacerlo siempre a escondidad genera más placer aún, por ese miedo a ser descubiertos... Por eso, esos pequeños momentos que nos entregamos a este placer culpable los debemos disfrutar al máximo... nunca se sabe con certeza si se repetirá... Gracias Germán

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    1. Sin duda tú has sido el responsable de esta entrada, por tu acertado comentario en otra que publique. Pero por esta vez no comparto en su integridad tu opinión. A mí no me da morbo ser descubierto, tampoco el que me pueda ver alguien, precisamente ello me crea inseguridad, dudas y una falta total de entrega. Tampoco me motiva el sentimiento de culpa o hacerlo a escondidas. Conociéndote creo que no has concretado bien, ¿o sí?.

      En cambio, sí comparto que, una vez tomada la decisión de estar con otro hombre, debemos entregarnos y disfrutar al máximo, aunque yo no lo haya hecho casi nunca. Me cuesta entregarme al máximo, pasan por mi cabeza mil males, y entre buenos pensamientos un bello rostro de mujer.

      Un fuerte abrazo, amigo.

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  2. Recalo por aquí con cierta frecuencia pero muy de incógnito. Y de nuevo no tengo más remedio que sentirme muy identificado. Yo tuve el primer (y casi único) encuentro de mi vida, así, clandestino, entre unos cañizos en la playa con alguien que me hizo sentirme especial y muy cómodo y confiado, que me trató con pasión pero con dulzura y respeto. A pesar de todo el miedo que llevaba y de los remordimientos por la infidelidad, él hizo que fuese una ocasión hermosa y nada vergonzante. Si llegas a leer esto, gracias, amigo.

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    1. Se te echaba de menos, y mucho. Una alegría inmensa saber de ti, saber que sigues acompañándome en este viaje.

      Hermosas y sentidas palabras amigo. Estoy seguro por tu descripción que ese hombre al que aludes sentiría lo mismo, sobre todo porque quien respeta y da dulzura es porque lo siente de verdad. No me cabe duda que si pudiese leerlo se sentiría agradecido y feliz.

      Dices que fue el primer encuentro, el que siempre marca, por lo que es maravilloso encontrar a alguien con el que conectar y soñar y sentir. Espero que los remordimientos pasasen pronto, son producto de una estricta educación, donde la felicidad no existe. Felicidad que parece encontraste entre unos cañizos con el afecto cómplice de un hombre. Un abrazo Sagan, gracias por seguir estando ahí.


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  3. Efectivamente, no es morbo, es una caprichosa ansiedad ( o calentura) por disfrutar.. en mi caso es como.cuando de pequeño recibía un juguete y buscabas cualquier excusa para salir y jugar con aquello..

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    1. Me encanta esta definición, disfruta al máximo. Un abrazo amigo

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  4. Gracias infinitas a tí, x crear este espacio de autoterapia y conocimiento de nuestra BI-sexualidad...

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Gracias por compartir este viaje

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