¿Cuándo abriste la puerta a esta nueva vida? ¿Cómo descubriste esta maravillosa dualidad que vivimos? ¿Coexistía en ti desde que te reconoces o se despertó con el paso de los años? ¿Llegó con dolor, desesperación o supuso un deseado cambio?
Os hago estas preguntas porque hace tan solo un par de días lo hablaba con uno de vosotros. Tuvimos una larga, profunda y maravillosa conversación sobre la aceptación, el descubrimiento, la vida, sobre nuestra dualidad de hombres casados. No es la única ocasión en la que he conversado con alguno de vosotros sobre esto, tanto en privado como en el blog.
Abrir la puerta no siempre es fácil ya que al abrirla no sabemos lo que nos vamos a encontrar, es más, desde mi experiencia pasan todas las estaciones por nuestra vida. Hay tormentas y vientos, días soleados y tranquilos, y mucha emoción, inquietud, desasosiego, silencio, soledad. Por lo que me habéis contado, la mayoría, vivisteis situaciones en la juventud que se apagaron al conocer a una mujer y casarse, emociones que se han reavivado con el tiempo. Otros habéis sido duales desde siempre, y en un tercer grupo estaríamos aquellos que lo descubrimos con el paso de los años. Como veis me incluyo en este ultimo grupo.
La mayor parte de los viajeros con los que he hablado se sorprende de que descubriese mi dualidad casi en la cincuentena. Incluso después de abrir la puerta no me fijaba en ningún hombre, me seguían atrayendo las mujeres y a su vez, solo abría la puerta a otro hombre previo contacto en las redes sociales con el fin de conocer en realidad mi autenticidad. Una vez encontrada, me fijo instintivamente en hombres y mujeres por la calle, en aquellos que cumplen mis ideales y emociones. Creo que sin internet mi vida seguiría llena de preguntas sin respuestas.
La conversación con el amigo de Chile, nos llevó a un punto en concreto. Una vez abierta nuestra puerta, no se puede cerrar, o al menos cuesta mucho cerrarla.
Desde que me descubrí en aquella cala del Cabo de Gata con Paco, imposible de olvidar aquel hombre aunque hayan pasado más de diez años, la puerta se abrió, dando paso a la desesperación, durante años no fui feliz, busque y no encontré. Como ya he dejado escrito en varias entradas del blog, solo el aceptarme dio inicio a una maravillosa etapa que es la que vivo en estos momentos. He perdido el miedo al futuro al aprobar el presente: quod futurum est, erit!
Al abrir la puerta no lo hagas a patadas, puedes hacerte mucho daño. Al abrirla, pasa sin desconfianza, encuéntrate, disfruta de una nueva vida sin miedos. Solo una salvedad, si decides a su vez abrir la puerta a otros, hazlo con sentido y precaución, como dice el refranero español: no todo el monte es orégano.
Como leéis hoy es un día de refranes y aforismos, en castellano las palabras en latín dicen: ¡lo que haya de ser, será! Sed vosotros, no lo que la sociedad o los otros quieren que seamos.
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Hola German. Yo pertenezco al grupo que desde siempre he tenido claros mis gustos. Sin embargo hice el paso de casarme pensando erroneamente que esa fijación desaparecería. Ha sido todo lo contrario. He llevado una doble vida, mejor dicho llevo, que ha resultado un verdadero infierno. Mi esposa descubrió mis inclinaciones por unas revistas que guardaba y no se si por cobardía o por respeto a nuestros hijos lo hemos ocultado. El caso es que mis deseos siguen cada vez más fuertes y ahora, ya jubilado, practicamente está siempre conmigo por lo cual el infierno es aún más crudo. Esta es mi historia y si vosotros habéis podido liberaros, disfrutadlo intensamente que debe ser la felicidad extrema. Un gran abrazo para todos .
ResponderEliminarHola Jordi, siento que hayas tenido que vivir una vida con la que no te sientes identificado, comprendo el “infierno” al que te refieres y sé que es muy duro vivirlo, ya que yo también lo he vivido, aunque mi relación matrimonial fuese fantástica.
EliminarGracias por compartir con nosotros tu experiencia, sé que será de gran ayuda para algunos, me consta que has dejado impactado a más de uno.
Mucha fuerza y espero que encuentres espacios donde ser tú mismo. Estamos por aquí para seguir compartiendo este viaje. Un abrazo amigo.
Al abrir la puerta, para el último grupo al cual también pertenezco, nos abrimos a la esperanza de desatar nudos que existen por años en nuestro ser y que confiamos en desatar una vez abierta la puerta. Lo que no sabemos es cuánto nos gustará y disfrutarenos en esa nuevo sector de la vida y si es tan placentero y sobretodo si encontramos a ese amigo y cuál será el final. Lo correcto es seguir el interior de cada uno. Si ese nuevo sector te hace feliz se debe seguir, si por el contrario al abrir esa puerta se exploró algo no placentero y se decidió volver al camino original, bien también y si es necesario, se cierra o mantiene con llave hasta otro capítulo... cada uno debe seguir lo que su instinto lo llama. Terrible debe ser el calvario que sufre Jordi. Un abrazo.
ResponderEliminarSabias palabras amigo, admiro tu sensatez y claridad, deseo que las haga suyas alguno de nuestros viajeros para que pueda salir de la incerteza y el desasosiego, para que pueda conocerse y tomar sus propias decisiones. Un abrazo.
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