Hacía tiempo que no me sentía así.
Quizás, son demasiados espacios sin sentir mi virilidad enhiesta en los labios
de un amigo, tantos, que han generado que esta noche necesite placeres de
cuerpo que yo mismo me prohibí. Hoy no quiero abrazos ni caricias, solo placer
de hombres.
Necesito tu boca en mi sexo. Tus labios
rodeando el glande, lamiendo su sonrosada piel en pequeños círculos,
arrancándome gemidos de placer. Me gusta que detengas tu lengua en su boca,
entrando en su interior. ¡Excitante!, tan placentero que parezco romperme en la
intimidad de nuestros rostros.
Te apartas llevándote contigo unas
liquidas gotas que son anuncio de que tu boca me sublima hasta lo más profundo.
Los párpados bajados como señalando que absorbes lo mejor de mi para que forme
parte de ti. Me siento como un dios llevado por tus labios al parnaso para que
gocemos juntos de sus lujuriosas mieles.
Vuelves a acercarte aprisionando con
avidez mi fuerza. Tus ojos me miran con tantas ganas, buscando el placer en los
míos, que parecen convocar el frenesí de las alturas con la complicidad de
nuestros márgenes. Con tu mano agarras mis testículos como queriendo retener
los laureles que guardan en su interior.
Es entonces cuando me enajenas con la
lengua que lame y juega, que relame, acaricia y repasa cada secuencia de piel. Enardeces
mis sentidos con tanta placidez que mi excitación es cada vez mayor entre tus
manos.
Ya se percibe el jadeo que anuncia la blancor del orgasmo. Exaltado de placer me ofreces tu boca para sembrar en ella la delicia del momento. Esta noche necesito tus labios para derramarme en espasmos que son goce de nuestro tiempo, el que habitamos desde los sueños.
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¡Mecagüen la leche! ( que interjección más apropiada ;-) )
ResponderEliminarNo me hagas leer a estas horas de la mañana estas cosas porque me pongo todo malo, muchacho, jaja. Sea como sea me gustan estas ocasiones en que te siento "liberado" ( entre comillas porque tú siempre eres libre en tus elecciones, ya lo sé ) y te permites dar rienda suelta a estos placeres prohibidos, aún cuando su relato te haga directamente responsable del calentamiento global.
¡Al menos del mío!
¡Un abrazo!
Jajajaja! Estas horas de la mañana que tu dices son perfectas para ello. Eran las mismas horas en las que soñaba con una boca amiga que me hiciera vibrar de placer, las mismas horas que te calentaban a ti. Me encanta que no solo os identifiquéis con mis sentimientos, sino también con mis placeres. Hoy te doy un abrazo de piel desnuda y virilidades enhiestas. Se feliz, amigo.
EliminarAdoro tu forma de describir lo que sientes y gozas al tener una boca dándote uno de los máximos placeres de la vida ;)
ResponderEliminarGracias Marcos, para serte sincero, a veces me has inspirado con tus fantásticos relatos, que parece ser que eres todo un experto, jejejejeje
EliminarNunca había leído una forma tan excitante, pero a la vez poética de describir las sensaciones que produce el buen sexo oral, cuando nos lo hace una boca de hombre
ResponderEliminarCada boca nos da unas sensaciones. Saber lo que a uno le da placer hace que una boca de hombre sepa como moverse para conseguir centelleantes sensaciones en el otro. Gracias amigo por acompañarme en este mundo tan lleno de sensaciones.
EliminarUn abrazo.