Un amigo masajista me llamó la semana
pasada para comentarme que había incorporado novedades a sus maravillosas y
beneficiosas sesiones de masaje tantra. Trabajaría con él un compañero para
poder realizar la sesión a cuatro manos. Por mi experiencia en el tantra me
pidió que fuese a la primera sesión conjunta para valorar su trabajo.
Indudablemente ni lo pensé. Me encantan los masajes, sobre todo el tantra, ya
lo he dejado por aquí reflejado en varias entradas, así que acepté encantado
con la posibilidad de experimentar nuevas sensaciones.
El tantra me ayuda a desbloquearme, a
revitalizar cada porción de mi ser, potenciar mi energía sexual, descubrir los
placeres que encierra mi piel hasta alcanzar el orgasmo interior, que no
exterior, aunque a veces se puede dar. Por eso es muy importante acudir a un
tantra preparado, pues hay mucho oculto detrás de esta palabra tan mágica y
espiritual, ya que muchos anuncios encierran solo sexo carnal con unos ligeros masajes
que ocultan la verdadera esencia del tantra.
Al llegar ha habido presentaciones y
abrazos. Apenas hemos comentado nada sobre la sesión, mejor ir descubriendo el
placer de los sentidos. Pasé a la habitación que actúa como gabinete. Todo
estaba preparado. Olía a incienso, potenciado con una luz tenue, decoración
apropiada, velas en lugares estratégicos para potenciar el placer de la mirada y del olfato.
Me desnudé en soledad anudándome un pareo en la cintura. Cuando estuve listo
entraron los dos tántricos ataviados con sendos pareos.
Uno se situó delante de mi, otro por
detrás. Abrazos profundos, caricias sensitivas por el rostro, los brazos, la
espalda… hasta que desaparecieron los pareos para seguir piel con piel, sin
ataduras ni tabúes. La energía vivificadora inundó mi cuerpo, y creo que
también el de ellos. Intercambiaron la posición y seguí sintiendo como la
energía me inundaba de placer.
Tumbado en el tatami siguió la sesión. Cuatro
manos se deslizaban por mi piel activando todos los puntos de placer que encierra,
algunos secretamente. Siguió el masaje cuerpo a cuerpo, mejor dicho dos cuerpos
entregados a ofrecerme toda la sensualidad que guarda el mío. No voy a contaros
como se desarrolló, porque lo mejor es que lo experimentéis. Estaréis en buena manos,
percibiendo en vuestra piel el placer de lo natural.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Las fotografías proceden de Internet, y no se cita al autor
por no indicarse en el lugar de origen su autoría y procedencia.
En caso de incumplimiento involuntario de algún derecho se retirará inmediatamente
...como ya dices tú mismo, lo importante es caer en buenas manos, manos profesionales y que sepan a lo que vas y lo que están haciendo. Porque tu y yo ( bueno, para no personalizar tanto mejor diré "fulanito y yo", jaja ) podemos quedar, yo decir "te voy a dar un masaje", me pongo un poco de aceite en las manos, le "masajeo" a mi antojo, nos ponemos como motos y terminamos echando un polvete de vértigo. Y eso está muy bien, pero ahí no hay tantra que valga, jeje.
ResponderEliminarAbrazos, guapo.
Me parece perfecto que personalices en nosotros, así que me apunto, solo tienes que decirme día y hora, jejejejeje
EliminarLa realidad es la que tu dices, un masaje tantra debe ser dado por verdaderos conocedores para que encuentres lo sagrado en ti, el sexo es otra cosa. Maravillosos los dos, pero diferentes en la búsqueda del placer.
Un abrazo.
donde se puede exerimentar el tantra en valencia.
ResponderEliminarGracias
Mejor te dejo un mail. Espero que lo disfrutes.
Eliminar