Siempre que puedo salgo a pasear
al monte. Sabéis que me encanta hacer senderismo, y si el tiempo acompaña
practicar el nudismo impregnando mi piel del aroma de romeros, jaras o
tomillos. Es entonces cuando me siento naturaleza. Y es que soy naturaleza.
Soy naturaleza bajo la sombra de
los pinos, sentado desnudo en una roca o caminando rozándome con las silvestres
plantas. Soy naturaleza hablando con el cielo, bailando con las nubes o
hundiéndome en la tierra.
Esta tarde, donde estoy hundido es
en un sillón de madera y cuero. Su tacto, su aroma, me ha recordado mi último
camino por el monte, los sueños que encontré bajo un gran alcornoque al que
habían desnudado de su corteza.
Aquella mañana hacía un sol de
primavera que calentaba con ganas. Era recién estrenado este marzo que se ha
vuelto frío y lluvioso. Quedé con un buen amigo para caminar por la sierra. Nos
gusta el senderismo y quedamos siempre que podemos. Caminamos por abruptos
senderos que nos llevaban en ascenso hasta lo alto de una loma. Pasamos
pequeños regueros de agua donde los mosquitos querían hacernos suyos. Los espantábamos con la mano haciendo abanico. Hasta encontramos pequeños espacios
que de seguro estaban habitados por gnomos, hadas y duendes, pues la magia
brotaba de cada una de las hojas de árboles y arbustos. Casi dos horas tardamos
en llegar, y aunque nuestros pasos eran dados bajo la sombra de los
alcornoques, llegamos al claro sudados por el esfuerzo.
Nada más llegar, mi amigo se
quita la sudada camiseta para ponerla a secar sobre un arbusto. Muy sutilmente
me dice, como una secreta recomendación, que hiciera lo mismo, que no era bueno
caminar tan sudados. Seguí sus indicaciones. Inmediatamente sentí como el sol
acariciaba mi pecho sudado y caliente por la ascensión. Pero también note como
la mirada de mi amigo se detenía más de lo que sería correcto, según como se
mire, en mi. No era la primera vez que me veía así. Incluso en alguna de
nuestras excursiones hemos acabado bañándonos desnudos en pozas o recónditas
playas. Pero esta vez tuve la sensación de que me miraba distinto.
El lugar es como un sueño en el que la vista se pierde en valles de gran belleza. Verdes que vibraban de verde, moteados con flores que lo teñían de amarillo, blanco o rosa. Me sentí tan pleno que le pedí que me hiciese una foto sentado en la posición del loto, meditando para interiorizar tanta belleza, para que mi corazón la guardase como preciado tesoro.
Pero claro, no le dije que quería
que me la hiciese desnudo. En un plis plas, me quite la ropa para situarme en
la deseada posición. Así pase unos maravillosos minutos de meditación mientras
que el buscaba un sitio donde comer a resguardo del sol.
Cuando volvió de su pequeña
aventura, me vestí, acercándome hasta el. Seguimos hablando de la naturaleza y
de las sensaciones que despertaba en nosotros, pero sus ojos brillaban como los
de un niño. Se que es feliz en la montaña, que para el es como asomarse al
cielo.
Me dirigió al sitio encontrado, y
allí nos asentamos para comer animados por el entorno. Luego, nos tumbamos
sobre la tierra bajo la sombra de aquel magnifico ejemplar de alcornoque al que
ya le habían extraído el corcho de su tronco.
Nuestras mochilas ejercían de duras almohadas. Dormitaba mi amigo. Despierto a su lado, recordaba aquella mirada de hacía solo unas horas en lo alto de la montaña. Soñé con los ojos abiertos. Soñé con estar abrazados en el momento. Besando sus labios, fortalecidas las espadas, llenos de naturaleza.
Mis manos recorrían su desnudo
cuerpo y las suyas el mío, despertando sensaciones nunca encontradas. Nuestros
besos llenaron de temblores la tierra, llevando dentro semillas de vida.
Al despertar me sonrió mirando el
reloj que marcaba la hora del descenso. Bajamos gozando de tan fecundo paisaje,
sembrado de soledad y sueños, mirando los mazos de piedra donde antaño
guardaban el corcho y los lejanos senderos que habían de hollar nuestros pies.
En la tarde, al despedirnos, me
dio un abrazo y dos besos. Besos de amigo que a mi me despertaron del sueño. En
una tarde de marzo, llena de sol y aromas de montaña, descubrí que soy naturaleza
también con el amigo.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Las fotografías proceden de Internet, y no se cita al autor
por no indicarse en el lugar de origen su autoría y procedencia.
En caso de incumplimiento involuntario de algún derecho se retirará
inmediatamente
Vaya, con las expectativas tan "hot" que me había creado yo sobre lo que iba a ocurrir debajo del alcornoque, jaja...naa, no voy a decir más observaciones políticamente incorrectas que se me vienen a la cabeza, solo que te ha quedado muy bonito y es verdad que compartir la llegada del buen tiempo disfrutando de la naturaleza en compañía de un amigo es de lo mejor que hay.
ResponderEliminarAbrazos, y buen fin-de.
Pasar hubiese podido pasar de todo y nada, aislados a kilómetros de la supuesta civilización, pero lo mejor que paso es nuestra amistad, sentirte a gusto con esa persona, tanto que el tiempo se hizo demasiado corto, y eso solo ocurre cuando estas con los verdaderos amigos.
ResponderEliminarTu página es un oasis, debo felicitarte por tu valor y agradecerte por tu tiempo, la disfrutamos muchos , es un placer saber que estés ahí, y también otros hombres como tu y yo, que amamos a nuestra mujer y queremos seguir disfrutándola, admirando su belleza, sensibilidad y fortaleza, y deseamos envejecer con ella, no obstante reconocemos también la belleza masculina, nos atrae, nos deleita observar un hombre varonil que nos atrae, ya sea en una plática, compartiendo algún momento público o en privado, buscando siempre algo mas íntimo, no importando mucho si lo tengamos o no, simplemente desearlo es suficiente aveces.... Yo soy un hombre de México, de 1.90, blanco, guero, velludo, varonil, profesionista, acostumbrado a tratar de proyectar una imagen fuerte, hetero, que sabe de su sensibilidad y atracción erótica, controlándola en lo posible, día a día, con muchas fantasías, que talvez nunca las disfrute, solo en mi mente, algunas vivencias he tenido en el pasado, y el que las haya disfrutado lo hace mas complicado en el presente. Saludos a todos, amigos de viaje, como tu Germán lo expresas, aunque no estemos juntos, estamos unidos por el sentimiento.. curioseando2008 ...skype
ResponderEliminar