sábado, 14 de marzo de 2015

Café de sueños imposibles


Esta mañana he tomado café como todos los días, pero ha sido diferente. El tiempo ha sido mío, mimado con mis escondidas caricias, abriéndose entre el matinal sueño. Por ello he sacado una taza de porcelana con su fino plato y la vieja cafetera de plata donde he dejado caer el oscuro cuerpo del café. Apetecía disfrutar de sensaciones que regresaban arañando mi presente.


Me he sentado en el porche de la casa, con el fresco del día alcanzando mi piel. El aroma del café ha cerrado mis ojos para sentirte a mi lado, para estar sentados en la terraza de aquel grato café. Gozábamos de la primavera soleada y avanzada, sin importar los mandatos de los demás. Era nuestro momento, acogido en nuestras manos y en nuestros besos. Todo se volvió invisible para nosotros. Las gentes desaparecieron. La ciudad parecía dormir abarcada en si misma. De repente, un camarero salido de otro sueño acompañaba el instante, como un músico que ambientara con sus sonidos el afecto de nuestros frutos. No importaba, estábamos solos para nosotros.



¡Solos tu y yo! Tú, con una copa de vino blanco aromatizada de deseos; yo, con un café oliendo a nosotros y todo el tiempo dentro de una mañana deslumbrada por la luz triunfante de nuestros ojos. Haces que sonría con fe en el destino, desprendiendo los nombres ausentes, como un misterio que se inicia en tu mundo.

Sabiéndonos con miedo, te tomo de la mano feliz contigo, ancho con el mundo. Tus labios me devuelven a la realidad, al silencio de tu afecto, como una prohibición de mi mismo.

Sorbo el café con el tibio sol combatiendo a las nubes que huelen a lluvia, soledad y cerradas esquinas. 


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Las fotografías proceden de Internet, y no se cita al autor por no indicarse en el lugar de origen su autoría y procedencia. En caso de incumplimiento involuntario de algún derecho se retirará inmediatamente


3 comentarios:

  1. Germán tan sensuales y eróticas tus palabras que hacen a uno llenarse de deseos y éxtasis de compartir una aventura con un hombre masculino cómplice.-

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    1. Gracias Huomo, la vida sin sensualidad, sin palabras, sin complicidad no sería vida. Encontrar al hombre con quien poder compartir todo ello es complicado, pero no imposible.

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  2. Independientemente de la situación personal de cada uno, la verdad es que en ciudades como la mía una escena como la de la fotografía todavía resulta en efecto "imposible"de encontrar... Las puertas nunca deben cerrarse a la consecución de los sueños aún cuando nunca pretendas que se hagan realidad....porque dejar de soñar es como empezar a morirse un poco, ¿no?

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Gracias por compartir este viaje

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