Todos buscamos nuestra alma
gemela. Aquella que contacta con
nosotros en este plano con un claro propósito. Unos le llaman amor, otros
pareja, otros amigo, otros inseparable, otros colaborador, otros cómplice, … y
tantos y tantos calificativos que se funden en uno solo. Aquel que llega a tu
vida para ayudarte a aclarar tu alma.
Unas pasan por tu vida
durante unos segundos, ayudándote a terminar asuntos pendientes, clarificar
pequeñas cosas o para un propósito particular. Otras llegan para quedarse a tu
lado, para lograr la consecución de un objetivo particular, los dos juntos,
amándose y compartiendo.
Estas relaciones últimas son de
las más difíciles y de los aspectos mas gratificantes de la vida. Encontrar esa
correspondencia es encontrar la/el compañero que se ajusta a ti. Para unos
serán una alegría, para otros un dolor en su vida. Están ahí para ayudarnos a
curar viejas heridas, incluso cuando sea doloroso compartir sus momentos al
mediar enfermedades, penalidades o sufrimientos. Algunas no son visibles,
apenas las percibimos. Encontrarlas y sanarlas es fundamental para encontrar la
felicidad.
Cuando estas almas se ven por
primera vez, a veces se sienten como si ya se conocieran entre si. Se pueden
sentir tan familiarizadas la una con la otra que en la primera mirada uno sabe
que esa persona es su alma gemela. Puedo dar fe de ello, cuando vi a mi mujer
por primera vez, supe que iba a formar parte de mi vida. Si queréis podéis
llamarle amor a primera vista. No importa el calificativo, sino la consciencia
de su existencia.
Algo que muchos desconocen, o
que no quieren comprender es que las relaciones con tu alma gemela pueden durar
toda la vida o bien pueden ser solo temporales. Todas tienen un cometido,
cuando su labor termina han de desaparecer. En el caso de las que llegan para
toda la vida, su desaparición nos suma en la tristeza y el dolor de la carnal separación.
Por otra parte, se puede
tener más de un alma gemela en la vida. Un amigo con el que compartir
complicidades sería otra alma gemela.
Hoy he salido con el candil
colmado de aceite en busca de esa otra alma gemela que complete mi vida ya
compartida con un alma gemela grande, generosa y bella. No soy egoísta, ni
ladino. Soy solo un hombre consciente de que mi alma no solo tiene un alma
gemela, es trilliza.
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Las fotografías proceden de Internet, y no se cita al autor
por no indicarse en el lugar de origen su autoría y procedencia.
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inmediatamente
Totalmente de acuerdo Germán. Esa pareja, ese amigo, ese hermano que cada uno llena parte de nuestro ser, nuestro interior. Los hay con suerte y ya lo tienen desde hace tiempo. Los que hay que siguen buscando con la esperanza de qe algún día llegará. A veces me siento como una vieja estación vacía, de un pueblo perdido vete a saber dónde y esperando a que llegue mi tren, pasando frio, soledad, vacío en general, vamos. Odio las esperas pero ya no me queda otra.
ResponderEliminarSaludos!!
Las esperas siempre tienen su recompensa. No desanimes. Recuerda que estamos aquí acompañándote en la estación de tu vida. Así que ya ves que no esta vacía. Esta llena de deseos compartidos, aquellos que anhelan que llegue a ti con complicidad y afecto, y lo hará cuando menos te lo esperes.
EliminarSentados en un banco del andén de la estación, echo mi brazo sobre tu hombro, acompañándote en la espera.
Gracias Germá, acepto tu brazo y tu compañía. La espera será más grata o, a lo mejor, ya habré llegado a mi destino. Quien sabe!
EliminarEso deseo, que llegues lo más pronto a tu destino soñado, y que seas muy feliz allí.
EliminarSe me acaba de borrar un precioso y extenso comentario, así que ahora no sé que voy a decirte, jaja... Tal como lo describes creo que tu "alma gemela", en el sentido más ideal, estilizado y romántico, ya la has encontrado en la mujer con la que compartes tu vida. Después hay gente con la que un día te cruzas y de pronto descubres una increíble afinidad y te sientes como con alguien a quien conocieses desde hace mucho tiempo atrás... Gente que puede entrar y salir de tu vida o gente que se queda para siempre pero cada uno aparece ahí por algo y a su manera son insustituibles y necesaros. Esos más que almas gemelas yo los llamo "compañeros de camino", y son los que nos ayudan a eso, a que el camino sea más hermoso y más sencillo.
ResponderEliminarQue ese candil tuyo te oriente bien y encuentres pronto a ese alguien cercano con quien compartir complicidad, afinidad y sentimiento...
Solo puedo decir que comparto tus palabras en su totalidad, ya que compañeros de camino, almas gemelas o ángeles en esencia son lo mismo. Gracias por tus palabras.
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