Bendita locura que en mi pecho ronda, buscando sentir tu
piel pegada a la mía como hombres hambrientos de vida. Hay tantas ganas que la
espera recorre las esquinas de la habitación hasta enredarse entre las sábanas
blancas.
Sumido en ellas he decidido entregarme a ti para que te entregues
a mí. La espera me atenaza con nervios punzantes y deshonestos. Antes miraba por
la ventana, tecleaba el móvil, o pasaba los canales de la televisión mirando
sin ver. Ahora desnudo mi cuerpo de telas que borran mi virilidad ansiosa por
saber de ti.
Entre las ropas tendidas en el suelo unos nudillos golpean
la puerta que nos separa hasta abrirla con la suavidad de un beso.
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Las fotografías proceden de Internet, y no se cita al autor
por no indicarse en el lugar de origen su autoría y procedencia.
En caso de incumplimiento involuntario de algún derecho se retirará
inmediatamente
Que afortunado el destinatario de esa entrega para compartir contigo sensualidad, sensibilidad y sentimientos...
ResponderEliminarIntuyo que el afortunado me sentiré yo cuando lo encuentre. Solo hago que llenar de aceite el candil, pero parece que nadie ve la llama. Habrá que esperar.
Eliminar¡Qué hermosa sensación de expectación y excitación antes de abrir esa puerta y reunirse con el propietario de esos nudillos que llaman impacientes!
ResponderEliminar¡Salud a todos!
Anhelada llamada Sagan, que aún no se oye el calor de esos nudillos en al puerta. Un abrazo.
EliminarEso ya lo tienes, aunque en forma de mujer.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo Driver
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