DIEZ AÑOS DEL BLOG

Fotografía de cabecera del Blog hasta 2022

Hoy hace justo diez años comencé este viaje en las redes con este blog. Un viaje iniciado cuatro años y medio antes en una playa del Cabo de Gata. Al principio le llamé El inesperado viaje bisexual de un casado, ya que fue inesperado en todos los aspectos. Nunca me sentí atraído por un hombre, y en aquel momento tampoco me sentí atraído, simplemente pasó y para mi sorpresa, me gustó.

Horas más tarde llegaron las preguntas, la culpa, el arrepentimiento, el agradecimiento, la satisfacción, el gozo y vuelta a empezar. A día de hoy de lo único que me arrepiento es de no haber vuelto a aquella playa a la hora que me propuso aquel hombre de mirada limpia, corazón sincero y placer infinito. De ahí que muchas veces os haya dicho que lo más importante de todo es vivir.

Por el contrario, me volqué en internet buscando respuestas a mis preguntas, no encontrando siempre lo necesario, sumiéndome la mayor parte del tiempo en la desesperación. Solo unos pocos amigos encontrados en las redes me mantenían vivo. 

Todo ello derivó en horas y horas volcado en internet atendiendo a los demás en vez de ayudarme a mí mismo. Tenía abierto un perfil en Facebook, en el que llegue a tener casi cinco mil seguidores. Incluso tuve un hilo en un conocido chat bisexual que llegó a tener demasiada aceptación. Y entonces vino el caos, me vi desbordado por tantas proposiciones y carencias de algunos amigos que se encontraban en un punto igual o más complicado que yo. Me pasaba horas y horas colgado del ordenador sin atender mis necesidades familiares, incluso llegaba a acostarme como muy pronto a las tres de la madrugada. Mucho buscar y no encontraba salida ni respuesta a mi negación de aceptarme como soy.

Mi mujer me veía volcado en el abismo, y busqué ayuda psicológica. La terapeuta me propuso que escribiera en un cuaderno lo que sentía, todo aquello que le confesaba a mi amigo el mar en aquellas visitas que me calmaban. 

Un día de intensa lluvia, encerrado en el coche delante de mi amigo el mar, con los ojos anegados en lágrimas decidí cerrar todos aquellos perfiles que me vinculaban a mi negación y abrir este blog asiéndome a mis palabras y a las vuestras como a un salvavidas. Hacerlo supuso para mí una catarsis, que para los griegos no era otra cosa que la purificación de las pasiones del ánimo mediante las emociones que provoca la contemplación o vivencia de una situación trágica. ¡Y tan trágica!

Han sido años muy duros, de subidas y bajadas, de odiarme a mí mismo, de muchas lágrimas, de no entenderme hasta llegar a desear mi propia muerte. 

Exteriorizar mis pensamientos, mis sensaciones, mis sacudidas, en este blog, no ha sido fácil, pero ha sido el bálsamo que iba curando las heridas hasta comprenderme, asimilarme y vivir tal como soy. Sin duda, he purificado mis pasiones, considerándome en estos momentos feliz.

Y si, aún quedan miedos, inseguridades, dudas que puede que no desaparezcan nunca, que tenga que convivir con ellas buscando siempre lo mejor de tales sensaciones. Hay muchas ganas de vivir, de sentir, de ser. 

Os agradezco profundamente vuestro acompañamiento, vuestras historias, vuestros consejos, vuestra presencia. Sin vosotros puede que este viaje hubiese finalizado de forma abrupta y cruel. 

El viaje bisexual de un casado sigue con esperanza y certeza. 

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