Necesito que el aceite caliente resbale sobre mí, que me concedas tu destreza y fuerza. Quiero que tus manos acaricien mi piel con fuerza, desprendiendo emociones de mis músculos entregados.
Manos libres que recorren mi cuerpo con sabiduría, vibrando mi ser, abandonándome a tus gratas habilidades.
Gozo cuando tus dedos remontan mis piernas domando mis nalgas, suavizando el fondillo, deslizándose hacia el muslo, rozando la vida.
Me excita sentir como tu piel masajea la mía, como ejecutas tu trabajo desatando mis oleadas de placer.
Un masaje de manos fuertes es vida.
Te he hecho caso German y he decidido darme un buen masaje. He disfrutado de sus manos y el aceite caliente sobre mi piel. Un bálsamo. Un abrazo para tì
ResponderEliminarExcelente recurso, yo también lo hice la semana pasada y fue extremadamente relajante. Un abrazo Jordi.
Eliminar