Mis pies caminan por la arena
mojada silenciosos. Tan llenos de agua que la piel se arruga para aferrarse con
más fuerza al tiempo. Tan limpios que afloran auténticos, sin escondites
ajenos.
Van dejando verdades no
descubiertas. Buscando lo que no se pasa con los días. A veces saltan entre el rompiente de las
olas. Aunque me gusta sentir como el agua los acaricia entre espumas
pespunteadas de granos de arena. Mmm!… sentirlos tan frescos me regresa a risas
en el mar y cubos de húmeda arena con la que construir las fantasías de un niño
que soñaba en ser caballero de un castillo desde el que proteger a su amada.
Peregrinos en la mañana, me
conducen hasta la placidez de un mar que se refleja en mis despiertos ojos. Es
el color de la manzana caramelizada, el color de la dulzura en los labios y el
regusto en la boca. Unas gotas saladas me salpican desde una ola. Despiertan
otros sabores en mi. Dulces y salados, como el cuerpo de una mujer y el abrazo
de un hombre mezclados en el paladar por mi excitada lengua.
Parados sobre la arena, mis pies siguen
construyendo castillos donde amar en libertad. Castillos sin torres ni almenas,
sin pasadizos ni puentes levadizos, sin mazmorras ni cadenas. No olvides que en la mojada playa, habitan castillos
construidos con mis huellas sobre la arena para que si un día llegas encuentres entre sus muros al caballero de fornida figura y enhiesta lanza que nutría mis sueños de la infancia.
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ResponderEliminarHola amigo, si deseáis hablar en privado conmigo, podéis hacerlo al correo electrónico apoteosi248@gmail.com. Estamos para ayudarnos. Y si quieres que elimine definitivamente el mensaje me lo haces saber por allí. Un abrazo.
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