Sentado al volante del coche veo
como la lluvia golpetea el cristal del parabrisas con insistencia. Unos
kilómetros más allá cesa de llover. Me acompañan los estruendosos truenos que
me hacen agitarme en mi asiento. Uno cae no muy lejos intentando sacudirme en
mis pensamientos. La lluvia vuelve a caer con insistencia. El viaje se
convierte en un viaje de tormentas encadenadas, de lluvias que quieren mojar
mis ensimismamientos.
La voz de la compositora y
cantante estadounidense Sanatam Kaur me acompaña con sus cantos kirtan. Junto a
ella mis pensamientos se convierten en una meditación. Mejor detener el coche
en un camino lleno de naranjos para abstraerse de la airada naturaleza mientras
pensar en este viaje de mensajes dialogados.
Me gusta hablar con hombres en mi
misma situación, también con otros que han pasado por lo mismo y han decidido
que su viaje es solo de abrazos de hombre, pero también con mujeres que desde
la desesperación intentan encontrar respuestas a preguntas que no llegan a
entender.
Todos me ayudáis a que mi camino
vaya encontrando el rumbo que ha de tomar. Aún no se cual va a ser. Solo
intento vivirlo sin ansiedad, saboreando cada instante que me encuentro en la
ruta. Ayer charlando amigablemente en la playa, ahora sentado en la soledad que
me da el coche. Hasta llegar aquí el paso ha sido unas veces apresurado y
torpe, otras muy lento y descorazonador, pero nunca lo había sido como lo es
ahora, sosegado, tranquilo, amable, sin miedo.
Hablar con vosotros me abre las
puertas de la vida. Es verdad que no se pueden aplicar las experiencias de los
demás a uno, pero compartiendo inquietudes, gestos o afectaciones, te llegan destellos
que ponen luz al viaje. Son como los relámpagos que caen a lo lejos iluminando
la tarde o mejor aún, como el sol que baña de color lo mejor de cada uno de
nosotros.
No busco nada más que encontrar
la felicidad día a día, momento a momento al lado de la mujer a la que amo, sin
descartar nada, porque mi vida esta trazada y solo debo seguir su curso.
Vuelve a llover salpicando el
coche con frías gotas de agua. Reemprendo mi camino con ganas de abrazar mis
deseos más íntimos. La fuerza y el poder interior están en mi, para iluminar
mis designios.
La tormenta se abre dejando que
el sol me llene de su energía. Seguid vuestro viaje trazado de antemano sin
miedo, solo así seréis libres. Seremos libres.
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El "viaje" en si mismo es un asunto muy personal de cada uno, y aunque otras voces con sus consejos y sus opiniones pueden ayudarnos en determinados momentos, creo que en definitiva siempre se resume todo en mirar dentro del propio corazón, saber lo que de verdad se desea y a continuación proceder en consecuencia. Teniendo claro ese objetivo como meta, no hay tormenta que te pueda volver loca la brújula...
ResponderEliminarAsí es, toda la verdad sobre nuestro camino está en el interior de nuestro corazón. Tenemos el poder de cambiar aquello que nos puede hacer daño para convertirlo en positivo y feliz. Sabias palabras amigo.
EliminarEn nuestro corazón llevamos nuestra verdad, aunque todos con las mismas inquietudes, cada cual distinto al otro y lomas impórtate a mi parecer es contarlo y deshogarnos
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