Hablando con un amigo días pasados me reseñó varias canciones de Raphael. He de reconocer que no le seguía. Conocía alguna canción más popular sin más, como Mi gran noche.
Estos días de puente que he tenido que quedarme trabajando solo en casa estoy distrayéndome escuchando sus canciones. ¡Vaya letras! Hace años sus palabras ya eran aliento de vida.
![]() |
Raphael |
Me ha tocado Raphael, y muy profundamente, tal vez la soledad y el silencio de estos días hayan sido propicios. No dejo de escuchar Digan lo que digan, Hablemos del amor, Yo soy aquel, Que sabe nadie, Provocación y tantas otras que me han atrapado este ultimo día del mes de abril.
Como el expresa en una de sus canciones con su envolvente voz:
Prefiero ser un loco soñador
Amante de la vida en libertad
Prefiero ser de fuego y de pasión
Así es como quiero ser, vivir mi vida como yo quiera, no vivir la que los demás han pensado para mí. No os asustéis, no voy a subir más estribillos de sus canciones que parecen entresacados de mi vida, de nuestras vidas, de nuestros silencios y formas de amar. Mejor escucharlas haciéndolas nuestras.
Pero no puedo obviar estas estrofas que en el largo viaje de la vida, pesan hoy en encierros no queridos.
No sé, si el mundo es el de siempre
Pero yo, lo veo diferente
Cuando tú no estás
Cuando tú no estás
No sé, si brillan las estrellas
Pero yo, me encuentro entre tinieblas
Cuando tú no estás
Cuando tú no estás
Cuando tú no estás no tengo a nada
No me queda más que mi dolor
Por eso envidio al mar que tiene agua
Y al amanecer que tiene el sol
Esta tarde de domingo veo el mundo diferente, me falta el aire que va cayendo cerca de mí. Solo estoy escribiendo palabras susurradas entre canciones que llenan mi espíritu de libertad.
Esta tarde envidio el cielo libre y unos brazos que me cobijen en amor.