Aunque muchos son los que creen que esta noche es la más corta del año, no es cierto, lo fue la del día 21 de junio. El paso del calendario juliano al gregoriano tiene la culpa de ello con la variación de unos días. Que mañana celebremos la festividad de San Juan fue una decisión de la iglesia católica que instituyo las festividades de sus dos principales profetas en momentos clave del año separados en seis meses. Con el solsticio del verano en el hemisferio norte se celebra el nacimiento de San Juan el Bautista y con el solsticio de invierno el nacimiento del Hijo de Dios, Jesús.
Esta noche encendemos hogueras para dar más fuerza al sol, ya que va acortándose su luz, también para quemar todo lo malo. El hombre busca renacer y para ello debe deshacerse de todo lo que sea una losa en su crecimiento personal. Para atraer la suerte hay que saltar por encima. Es la costumbre más arraigada en España.
Otra costumbre española para la noche de San Juan es la que se celebra en las poblaciones del litoral. La gente se acerca a las playas donde prende fogatas y se baña en el mar en un rito de purificación. El rito que más se practica es el de saltar de espaldas nueve olas seguidas. Incluso dicen que hacerlo desnudo, de espaldas al mar y con la luna brillando en el horizonte, concibe que se refuercen los dones recibidos o se abracen nuevos. Este último encierra magia y ocultismo, con señales de lo prohibido. La desnudez relacionada con lo sexual nunca ha estado bien vista en capas de la sociedad retrogradas y temerosas.

En realidad, las fiestas de ambos solsticios vienen de muy antiguo. En las sociedades precristianas se realizaban ritos vinculados a los ciclos de la naturaleza. Aquellos rituales gozaban de mucha aceptación en el pueblo, por lo que la iglesia los adaptó a sus principales celebraciones. Curiosamente en otros países como Argentina, celebran hoy la entrada del invierno, con lo que la noche va acortándose favoreciendo la luz diurna, que es en realidad lo que se celebra con la Navidad en el hemisferio norte, el triunfo de la luz sobre las tinieblas.
Exceptuando un par de veces que he celebrado la noche mágica junto al mar, he estado en casa, encendiendo una pequeña hoguera hasta saltarla siete veces para que se cumplan los deseos. Desde hace unos años está prohibido en Valencia hacer fuego ante el riesgo de incendios. Al celebrarse la fiesta en el periodo en el que el riesgo es mayor, que va del 30 de mayo al 1 de octubre no se pueden encender hogueras tanto en las parcelas privadas como en espacios naturales, así que desde hace unos diez años dejé de saltar la tradicional hoguera de San Juan. Aunque sigo otros rituales, en la medida de que me sea posible, como escribir en un papel todo lo malo que quiero dejar atrás y quemarlo en la medianoche. También escribo todo aquello que deseo de forma positiva, guardándolo esta vez en un rincón secreto. Y como el agua es purificadora, este año dejaré una palangana a la luz de la luna con hierbas aromáticas como el romero, el laurel o el tomillo, para lavarme la cara con la luz del sol, limpiando la negatividad acumulada durante este último año.
Feliz noche mágica de San Juan, que vuestros deseos sean favorecidos por las fuerzas positivas del universo y la mano de Dios. La suerte está en nuestras manos, atraerla hacía nosotros es factible si se hace desde un corazón puro. No la dejes escapar. Abrazos en una de las noches más bellas en España.
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