Mirarse en los ojos de un hombre es encontrar el lugar guardado, donde el tiempo se acerca para seguir siendo.
Mirarse en unos ojos risueños hace que la boca se arquee convirtiéndose en sonrisa y el cuerpo se erice de felicidad.
Mirarse en los ojos es descubrir el secreto de un encuentro para nunca más bajar la mirada, para contemplar por siempre la lealtad de dos hombres que se miran con afecto.
Mirarse en los ojos de un hombre es abrazarlo todo, el mundo y su cuerpo entre mis brazos.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Las fotografías proceden de Internet, y no se cita al autor por no indicarse en el lugar de origen su autoría y procedencia. En caso de incumplimiento involuntario de algún derecho se retirará inmediatamente
¡Hola Germán!
ResponderEliminarLa sensualidad, la complicidad, la carga sensorial (y emocional) que acompañan el encuentro de las miradas, crean experiencias tan subjetivas que se vuelven únicas e irrepetibles (como cada uno de nosotros, quizá); tan difíciles de explicar, de verbalizar, como de atrapar por su inevitable brevedad.
Gracias por compartir tus reflexiones; leerte es un placer.
Abrazos, y buen viaje :)
Gracias Marcos por tus palabras, pero sobre todo por compartir este viaje. Un abrazo.
ResponderEliminarAnsió ver a mi hombre.. a mi amigo.. pronto..
ResponderEliminarEspero que lo puedas hacer pronto que, aunque digan que los abrazos pueden esperar, son necesarios. Un abrazo amigo.
Eliminar