Valencia tiene la bondad de tener playa,
pero a tan solo unos kilómetros encuentras paisajes de un verdor extremo con
pozas en las que aliviar las altas temperaturas.
Llamadme raro, pero ahora cuando las playas
se llenan de tanta gente, prefiero refugiarme en esos mágicos lugares. Digamos
que se me hace necesario alejarme de la multitud.
Camino por senderos de tierra, cobijado
por la sombra de los árboles unas veces, acariciado por el vespertino sol
otras, envuelto por el silencio de la naturaleza. Es mucho más que puro goce.
Al llegar a las pozas que forma el río me
acerco a una que está rodeada de agua. Hay que dar un pequeño salto para
alcanzarla. Ya en ella, me desnudo dejando libre a mi cuerpo como libre está ya
mi pensamiento. Sentado en la posición de Buda, inhalo y expiro llenándome de energía
sagrada. Mi mente se vacía calmada por el arrullo del correr del agua y el
canto de los pájaros.
El tiempo se desvanece sin reflejo en el
dorado silencio. Cuando alcanzo mi yo, el cuerpo despierta a las sensaciones de
la mañana. Toca mojarse con el agua que acaricia las algas ancladas en el fondo
de la poza, como un bautismo que te hace renacer a la plenitud de tu vida.
Es mi tiempo, mi momento, mi espacio. Así
quiero verme yo siempre, feliz con mi piel.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Las fotografías proceden de Internet, y no se cita al autor
por no indicarse en el lugar de origen su autoría y procedencia.
En caso de incumplimiento involuntario de algún derecho se retirará
inmediatamente
Visita mi blog personal https://thepornblogofcesar.blogspot.com/
ResponderEliminar