Con los brazos extendidos, apoyados sobre las
piernas, y la mirada soñándote. Así he meditado esta mañana allanado por el
silencio del campo y el piar de dos juguetones gorriones.
Tanta profundidad me ha hecho creer por un momento que
éramos nosotros corriendo desnudos entre los árboles hasta caer exhaustos al
lado del arroyo, saciando nuestra sed con la fresca agua.
Pero el agua ha seguido su curso buscando otros
cauces y las respiraciones conscientes me han devuelto a la realidad con una
sonrisa. Una sonrisa esbozada con tus rasgos anhelados, soñados, deseados.
Tal vez tú también hayas oído el canto de unos
pajarillos y hayas visto mi sonrisa junto a la tuya. Los sueños compartidos más
cercanos son.
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Que bontos pensamientos, un fuerte abrazo, amigo.
ResponderEliminarGracias Vicent. Un abrazo.
ResponderEliminarQue suerte tiene quien sea el objeto de tus deseos, porque con lo bonito que sientes las cosas, tienes que conseguir que se sienta alguien privilegiado/a.
ResponderEliminarUn abrazo ¡y feliz salida de Mayo, amigo!
Gracias amigo. Las sensaciones son lo que me dan la vida. Suerte el último día de mayo. Un abrazo.
ResponderEliminarMaravilloso... me ha invadido una sensación de nostalgia.
ResponderEliminarGracias Sebastián, la nostalgia es buena si no nos invade de tristeza. Espero que a ti te halla inundado de ilusión y esperanza. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarNo tristeza no, más bien de añoranza, de querer volver al campo donde viví mi niñez, con paz, armonía, en contacto con la naturaleza... tengo la esperanza de algún día volver a conectarme con la naturaleza (hoy en día vivo apurado, estresado con el estilo de vida de la cuidad).
EliminarSaludos.