Esta tarde he parado unos minutos el reloj. Quería detener el tiempo como si fuera Cronos, dios griego del tiempo humano. Todo a mi alrededor se ha detenido envuelto en un pausado silencio. Hasta mi pensamiento se ha quedado dormido.
No recuerdo nada del momento, solo que al despertar creía estar abrazado a tus fuertes brazos con tu aliento en mi nuca y los corazones pegados.
Esta tarde, las saetas del reloj pasaban a su espacio, truncando la ilusión de haber detenido el tiempo para que tu ausencia no existiera.
Sin duda esa tarde todo se debe haber parado, jeje... un abrazo
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