Esta tarde de otoño y cartas plegadas siento que necesito tu
ternura, que tus labios besen mis peludas mejillas con el arrobo del afecto. No
pido más que sentirte tan cerca que nuestros cuerpos parezcan pegados. No como
un don de otro, o un ser otro, sino siendo uno solo.
La tarde va cayendo en brazos de la noche pausadamente, con
la tranquilidad del que se siente acogido con agrado. ¡Así quiero sentirte,! ¡necesito sentirte!, que te dejes caer en mis recios brazos hasta que te abrace
con ellos con tanta pasión que no importe ni el tiempo.
Esta tarde de otoño tu ternura me hace sentir bello.
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Dioses!!! Evocas tan perfectamente un sentir que también comparto y necesito en tantas ocasiones...!
ResponderEliminarGenial la entrada.
Salud a todos!
Sagan, sin ternura la vida carecería de aliento, por eso nos es tan necesaria como tú bien dices. Un abrazo.
EliminarSi es que de verdad produces ternura...
ResponderEliminarY es verdad, no hay nada que nos haga sentir más bellos que el abrazo y el cariño de la persona amada.
Un abrazo para ti, amigo mio.
Me vas a sacar los colores.....
EliminarVosotros me inspiráis ternura, y esa ternura ganas de seguir por aquí. Un abrazo.