Una aburrida tarde de invierno estaba
buscando por Internet enlaces referentes a la bisexualidad. Pretendía recoger
información donde ahondar en un tema que formaba recientemente parte importante
en mí. En uno de aquellos enlaces encontré este corto bajo el epígrafe de
temática gay. No sé por qué decidí verlo según su clasificación, supongo que
estaba ahí por la misma manía que tenemos los seres humanos de catalogar todo,
y como los protagonistas son dos hombres, ya no se ve más allá. Verlo me libero
de la angustia de lo que yo creía una prisión.
Ya desde los primeros planos percibí que es un corto bisexual, porque
los personajes se expresan en términos que así lo vierten, porque el director
nos aproxima con sensibilidad y delicadeza al mundo interior de muchos casados
o solteros que no se dejan clasificar en ningún plano.
Con asombro y entusiasmo comprobé que el
corto es mucho más que una referencia bisexual, es el reflejo de la profunda y
sincera amistad de dos hombres que, entre risas, complicidad y el regusto de un
vino conversan animadamente sobre sus ligues femeninos, el sexo con hombres o
sus deseos más íntimos. Conocedor de la bisexualidad de su amigo, de su gusto
como pasivo, de forma natural el uno le confiesa al otro sus pretensiones de
entrar dentro en él, de que la paloma busque el palomar. Sin más se dejan
llevar y acaban deleitándose en la configuración de sus cuerpos, en unas
escenas que emanan sentimiento, afecto.
No me canso de visionar el corto. Es lo
que he anhelado desde que descubrí más estratos en mi vida. Encontrar un amigo
con el que compartir mis aficiones, mis inquietudes, mis ganas. Con el que
pasear, tomar un café o visitar una exposición sin más. Un hombre al que hacer
sentir y con el que sentir. Estoy seguro de que aquellos que pensáis como yo,
al ver este corto, vais a sentiros cómplices, participes del momento. Unos
desearemos con fuerza encontrar ese amigo especial, otros lo gozareis abrazando
su piel.
Por esas mismas razones lo que no
entiendo es el título, en castellano, Quiero tu amor, a no ser que se utilice
la palabra amor en una terminología más amplia para aludir al amor de la
amistad. La que ellos deslizan estrechada sobre sus pechos, grande, fiel,
amorosa, sincera.
El corto logra de la mano de su director
Travis Mathews, envolvernos en el metraje con extrema naturalidad. Las escenas
se desenvuelven en la habitación de uno de ellos. Los actores, tendidos sobre
la cama, con muchos planos cercanos, iluminación tenue y un dialogo claro, nos
implican en la escena, anhelando ser en la realidad uno de los dos personajes.
Un corto sin censura, pero sin artificios. Con sexo explícito, que en este caso
se muestra sensiblemente bello. Los actores Jesse Metzger y Brenden Gregory
interpretan a los dos amigos que se entregan a la inmensidad del afecto.
Espero que lo disfrutéis tanto como lo
hago cada vez que me acerco a sus imágenes, embriagándome hasta la plenitud.
He intentado subir el vídeo, pero
no me deja. Lo mejor es que pinchéis en este bloger
tan fantástico para que podáis disfrutar de
su visionado. Solo tenéis que pinchar sobre el enlace. Espero
que os guste tanto como me apasiona a mí.
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el corto es maravilloso,conoces uno que se llama, trece minutos después,y otro que me gusta es , todo el sol del mundo
ResponderEliminarNo los conozco. Los buscaré en internet y los veré, seguro que son fantásticos. Gracias.
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