Sentado en la soledad de aquella magnífica cala de la costa murciana, el mar cumplía mis deseos de caricias.
Sentado en la soledad de mi casa, recuerdo aquel momento con avidez, cuando el agua rompía en mi piel desencadenando mis sentidos.
Hoy necesito caricias. Las tuve ayer. Las necesito hoy. ¡Siempre!
Caricias que ericen mis vellos extremando amarte. Brazos que engullan la ardiente piel.
Caricias que acudan por acaso para saciar la soledad no deseada.
Caricias que queden atrapadas en el espacio de lo invisible, en el aura de mi ser.
Ahora, tus dedos viven en mí, penetrando la membrana de mis codicias.
German, he visitado Espana varias veces en mucho anos, pero nunca la costa murciana. Este joven peludon parece absorber el ultimo calor y sol mediterraneo para este ano. Mi vello tambien se erice al amar. Pena que no se le vee "lo que cuenta" Tony italian.
ResponderEliminarGracias Tony, no puede enseñar más de lo que muestra por su propia libertad. Un abrazo
EliminarPues claro, solo puedes publicar lo que el sujeto quiere mostrarnos. Bellas las palabras de A. RUBIO.
EliminarEn este caso el sujeto soy yo mismo y mis limitaciones. Un abrazo Tony.
EliminarHermosa foto. Belleza de lo visible, de lo mostrado. Belleza tambien de lo invisible, lo insinuado, lo imaginado y, en definitiva, del deseo provocado. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias amigo, en la vida todo tiene que tener su tiempo, incluso el de la provocación. Bonitas palabras, un abrazo.
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