jueves, 2 de octubre de 2014

Trasiego de lluvia y mar



Estos días de nubes y agua me traen melancolía de otoño, soledad y un pretexto para la holgazanería. Hacía falta que lloviese, que la reseca y abierta tierra fuese penetrada por miles de gotas de lluvia en un éxtasis de placer. Es su goce y el nuestro, que sin agua no hay vida.  Pero prefiero el sol acariciando mi piel, nutriéndome de energía.


Ayer, fue un día de esos, de los que no apetece nada, tan solo mirar como el mar se llena de agua entre grises que se unen encerrados en el todo del espacio. Así que después de comer, me marche a la playa por ver el espectáculo natural del que os he hablado.


Busque un lugar entre Pinedo y el Saler en el que hay un montículo que ofrece buenas vistas del mojado mar desde una especie de mirador construido por los hombres. Allí, me dejé llevar por tanta belleza hasta que cerré los ojos ya pesados por la somnolencia.

Me despertó el trasiego de los coches, que llegaban y se marchaban en un incesante ir y venir, sin apenas tiempo para mirar quien se cruzaba. Comprendí al instante que estaba en un sitio de cruising porque los que iban al volante eran todos hombres. Por un momento pensé en irme, pero, ¿por qué? Estaba a gusto, relajado, con el asiento reclinado, vuelta a mirar como el mar rompía su escala de grises en blancas ondas. Aquello no va conmigo, por tanto, con dejar de lado sus ruidosos anhelos de motores encendidos era suficiente. Ninguna causa debía romper mi felicidad.

Durante más de una hora irrumpí en mis secretos mientras la lluvia golpeaba el cristal del coche, dejándome ver entre regueros de agua el mar de mis deseos.



3 comentarios:

  1. Preciosa imagen y bellísimas palabras. Te hace ver el otoño desde otra perspectiva. Un abrazo.

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    1. Bienvenido a este viaje Goyo. Gracias por tus palabras, ayudan a seguir. El otoño tiene muchos matices para vivirlo con ganas, solo hace falta una pizca de sal para encontrarlos. Se feliz, un abrazo.

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  2. Comparto ese gusto de admirar la lluvia en el mar. Es simplemente mágico, cuando se convierte en tormenta de rayos y truenos es aún mejor. Saludos German, y amigos biogeros.

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Gracias por compartir este viaje

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