Hace
unos días un compañero de este viaje, Vicent Tomás, me preguntaba en el blog
que opinaba sobre el Bud Sex, o lo que es lo mismo sexo entre hombres
heterosexuales sin ningún tipo de afecto y siempre desde la clandestinidad.
En
algunos medios de comunicación he leído que el Bud Sex esta de moda. No se si
reírme o ponerme a llorar. Sexo entre hombres lo ha habido desde el principio
de los tiempos. Desde que se tenía un calentón tan fuerte que se calmaba con la
única persona que se tenía a mano, por supuesto un hombre, o simplemente porque
se atraían, se gustaban. En realidad no tengo ni idea, porque evidentemente no
estaba allí. O tal vez si, en otra vida, claro.
Cierto
es que algunos heterosexuales puedan sentirse atraídos por su mismo sexo en
algún momento de su vida o por pura necesidad cuando solo se relacionan entre
hombres, caso de las cárceles o en el ejército, aquí con mucho silencio. También
es cierto que en la actualidad se vive la vida sexual con más apertura, sin
tanto tabú y con ganas de experimentar lo antes prohibido.
Sin
ir más lejos, últimamente me pregunto si este otro lado lo hubiese vivido en
aquel momento de la playa si la relación con mi mujer no atravesara una fuerte
crisis. Recuerdo que solo me deje querer, admirar, encariñar cuando entonces
ella ni me daba una sola palabra de afecto. Hace ya tiempo que no busco nada ni
a nadie. Todo ha vuelto a ser como al principio de conocerla.
Nunca
me han gustado las etiquetas. Me costó mucho admitir mi bisexualidad desde el grado
que me puede excitar cuando me toca un hombre en un masaje o en un momento de
mucho morbo. Nada más. Si a eso se le llama ser bisexual, lo soy. Si se le
llama Bud Sex, lo practico. Si quieren nombrarlo como heterosexuales que tienen
sexo entre ellos, también lo acepto. Si hay alguna otra forma de llamarlo por
supuesto que me señalo. Aunque en realidad todos estos apelativos me suenan a excusa, a no querer aceptar en realidad nuestro ser completo, tal como es, y como ya sabéis no es mi caso.
Complejo
desde luego. Etiquetar lo más natural del mundo no tiene sentido. Lo mejor es
que vivamos en libertad, sintiendo aquello que más felices nos haga. Que
importa si uno es gay, bisexual, hetero o lesbiana, si práctica el Bud Sex, el
bondage, el travestismo o la lluvia dorada. Hagas lo que hagas hazlo desde tu
libertad, aceptando quien eres.
Me
parece patético querer poner nombres sobre nombres, etiquetas sobre etiquetas.
Pero respeto las opiniones de los demás, por ello me gustaría conocer también vuestras opiniones y sobre todo la del amigo Vicent. Siempre enriquece saber
lo que opinan los demás sobre etiquetas que de una forma u otra nos señalan
formando parte de nuestras vidas.
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por no indicarse en el lugar de origen su autoría y procedencia.
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inmediatamente
Me aburre, me satura y a veces hasta me pone de mala leche, tanta etiqueta, tantas palabras para justificar lo que uno siente o desea y digo justificar porque después de muchas conversaciones con hombres "en nuestra situación", he llegado a la conclusión que solo son justificaciones para dejar su conciencia tranquila. Muy cansado de tanta palabrería barata que al final y al cabo siempre va al mismo sitio, al punto de partida y vuelta a empezar con lo mismo "dejar la conciencia tranquila" justificando todo con etiquetas.
ResponderEliminarOpinamos lo mismo Jon Juanjo. La conciencia es en definitiva la que nos hace juzgarnos una y mil veces sacando siempre lo malo que supuestamente hayamos hecho en base a una educación que la ha alimentado para tenernos controlados. Por eso es tan importante vivir desde la libertad en todos los campos de la vida. Un abrazo amigo.
EliminarEs patético poner etiquetas al placer sexual entre personas del mismo sexo que de hecho una vez lo practican dejan de ser heterosexuales, pasando engrosar las otras definiciones sea bisexual u homosexual
ResponderEliminarEn realidad nadie deja de ser nada, se sigue siendo el mismo ser. Hay que tener en cuenta que en la vida vamos cambiando, evolucionando, nunca somos exactamente igual, por mucho que algunos así lo crean. Yo me considero el que soy, sin más, las etiquetas nos las ponen los demás, como si fuésemos un ganado que hay que marcar y seleccionar para tenerlo en el redil. Es lo que tiene ser libres, no gusta a algunos. Un abrazo amigo.
EliminarHummm que foto más apetecible has puesto ( esto es lo que no viene al caso, jeje ). Lo demás, muy de acuerdo con los anteriores comentarios:es un rollo esto de andar poniéndole nombres a cosas que llevan funcionando desde que el mundo es mundo para vendérnoslas como nuevas y de paso pretender justificar -o tranquilizar la conciencia- a quien una o varias veces tenga una conducta sexual que se salga de "la norma", como si esa norma existiese o si la hay sirviese para algo...en fin, que me pone de mal humor el tema, me quedo con las epidermis peludas de la fotografía, jejeje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me encanta que te mole la fotografía jejeje es muy sugerente, y no se porque me recuerda a uno que conozco desde que nací jajaja. Del tema ya he opinado un poco, así que esta vez me cayo. Un abrazo amigo.
EliminarHola,German, estoy totalmente deacuerdo con lo que has dicho, vive y deja vivir, es mi lema. Lo de sacar el tema fue por que en pocos dias aparecieron varios articulos sobre el tema, y me parecio bie comentarlo aqui,ya que es algo como lo nuestro, pero con distinto nombre aun que no quieran ....
ResponderEliminarUn abrazo
No recuerdo si te lo he dicho Vicent, te agradezco mucho que hayas sacado el tema, es una forma de que participéis más activamente de este viaje. Muchas gracias por ello.
EliminarHa salido el tema en varios periódicos de tirada nacional, porque es un tema del que se habla bastante últimamente al hacer público varios famosos que tienen o han tenido sexo, con personas de su mismo sexo, y como ya te he dicho es genial que opinemos al respecto, lo compartamos o no.
De nuevo gracias por proponer el tema. Un abrazote amigo.
Las etiquetas son producto del afán de estandarizarnos, de robarnos ese valioso tesoro que es la individualidad; no son justas, surgen de la intención de querer medir a las personas bajo parámetros que deshumanizan el ser y el sentir en función de clasificar, casi siempre para discriminar.
ResponderEliminarNo me gustan las etiquetas, si algo soy, es un hombre sexual que le gusta (como se suele decir) que la gusta tanto la carne, como el pescado
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