Estos
días me siento amigo de mi mismo. Curiosa afirmación, incluso algo incauta,
pero nada trivial, pues no creáis que todos somos amigos de nosotros mismos. La
mayoría de los seres humanos ven en si mismos un desecho de peros, pues son
muchos los que no se aceptan, detestan o simplemente no se quieren. Otros en
cambio se gustan tanto que se convierten en puro egoísmo, aunque creo que estos
son muy pocos, ya que en el fondo se sienten inseguros.
Solo
unos cuantos son amigos de si mismos, aquellos que a través de la
interiorización descubren su camino, pues mucha paz interior ha de tener uno
para quererse sin egoísmos, solo desde el corazón.
En
estos meses he aprendido a confiar más en mí. A ser Yo. Ahora me siento
liberado de viejos traumas, libre de atormentarme por el futuro, de reprocharme
el pasado. Libre de palabras dañinas, libre de zozobras y miedos. Me fortalezco
en mis esperanzas, en mis ilusiones, en mis ganas de vivir, pero sobre todo en
el presente.
¡Sí!,
construyo mi tiempo día a día. Por ello aprovecho este espacio del verano para
vivir con más intensidad cada momento.
Me enraízo con la naturaleza cosechando sus frutos, paseando sus
caminos, gozando del agua del mar,
bañándome en un río que nutre los deseos más míos o
sesteando a la sombra del viejo olmo.
Preciso
es ser buen amigo de uno mismo para poderlo ser de otros, para poder vivir la propia
vida. ¡Feliz verano amigos!
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...no es una cosa tan evidente la que dices, porque muchas veces resulta que nuestros peores amigos somos nosotros mismos...y hablo sobre todo por mi mismo, ¡que mala vida me doy y cuanto mejor me irían las cosas si no fuese tal y como soy! Pero aunque hay cosas en las que se puede evolucionar, hay una parte fundamental de nosotros mismos que nos define y que no podemos cambiar, y yo creo que es en ese núcleo inamovible donde reside mi problema, jeje...me alegro que tu estés reconciliado y en paz contigo mismo.
ResponderEliminarUn abrazo grande y feliz verano allí, al lado del precioso Mediterráneo...
Feliz verano amigo. Ese núcleo inamovible no lo es, solo que nos es muy difícil modificarlo, piensa que está viciado desde hace años, tanto que nos parece parte de nosotros cuando en realidad no es así. La mayoría de la gente vive la vida que le ha impuesto la sociedad, no la que les haría felices. Complicado ser así amigo de uno mismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuánta razón tienes Germán. Yo sí creo firmemente en tus palabras, en el 100% de su verdad, de su contenido. También por experiencia propia de que uno mismo debe ser su mejor amigo. Yo recuerdo esa frase que dice: "Si tú mismo no te quieres, ¿quién te va a querer?.
ResponderEliminarPor supuesto que a veces uno mismo también puede ser su peor enemigo.
Y también creo como tú, que lo que para algunos es "el núcleo inamovible", para otros ha sido la obra que uno mismo reconstruyó. Por lo tanto sí creo en el cambio.
Un gran abrazo.
Bienvenida África. Me alegro que compartas mis palabras. Nuca hemos de olvidar que el cambio siempre es posible, que el inmovilismo nos hace serviles. Un abrazo.
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