Abriendo las puertas

Es tiempo de abrir las puertas de nuestro interior para dejar que se limpie el alma con la esencia de la vida. De nuestra vida, sea cual sea su deslumbre, su seducción  o su espacio.

No es tiempo de vivir por los otros sino por nosotros. Hemos de pensar que cada día que pasa es una porción de nuestra vida que fenece.  No es lo mismo retozar que amar, sentir que soñar. Dicen que los sueños, sueños son. En cambio yo los quiero como proyección de mi presente. Un presente en el que sentir es existir, amar, vivir.

Hoy abro las puertas de mi vida para recibir en plenitud el amor de mi amada y el afecto de los míos. ¡Bienvenida felicidad!

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