Necesito atrapar tu mano, apretarla con suavidad y fuerza a la vez, sentirla como un latido de vida, de nuestras liberadas vidas.
Recuerdo en el alma, nuestros paseos por aquellos caminos cercados de agua, con aves que revoloteaban ante nuestros ojos medio ocultos en los miradores. Caminábamos cogidos de la mano, con el corazón dorado, y ardiente la llama que nos une.
Ahora, en la soledad de esta fría noche de enero, nuestra maravillosa llama calienta el corazón, como chispa ardiente de entregado amor.
Las fotografías proceden de Internet, y no se cita al autor por no indicarse en el lugar de origen su autoría y procedencia. En caso de incumplimiento involuntario de algún derecho se retirará inmediatamente.