El 23 de abril es un día muy significativo, se celebra el día del libro, el día del alma de la vida. Sin duda, los libros han marcado mi existencia, mi camino, mis amores y mis ensoñaciones. En ellos he encontrado ficciones vividas, historias, pasiones y momentos de soledad.
En muchos de los libros que he leido me he encontrado a mí mismo, como hago cuando acudo a mi amigo el mar. Por ello, en un momento decisivo, hoy he retomado los versos del gran poeta José Hierro, releídos en sus Poesías Completas, publicadas en 2009:
Las olas me llegaron a lo hondo.
Y luego se cerraron las aguas.
JUNTO AL MAR
Si muero, que me pongan desnudo,
desnudo junto al mar.
Serán las aguas grises mi escudo
y no habrá que luchar.
Si muero que me dejen a solas.
El mar es mi jardín.
No puede, quien amaba las olas,
desear otro fin.
Oiré la melodía del viento,
la misteriosa voz.
Será por fin vencido el momento
que siega como hoz.
Que siega pesadumbres. Y cuando
la noche empiece a arder,
Soñando, sollozando, cantando,
yo volveré a nacer.
Nacer, para renacer por siempre.