Hará una semana me llego un perfil de Instagram relacionado con el masaje ayurveda. Me resonó, así que decidí seguirle. Leyendo sus entradas fui conociendo su trabajo. El masajista se llama Jay y su terapia Vedamorphosis. En sus propias palabras “Vedamorphosis es un Rato de Calma, una oportunidad para conciliar el alboroto de nuestro mundo emocional con el externo. La combinación de tacto, respiración y acompañamiento propicia un viaje de autoexploración dónde, con valor y mucho mimo nos conoceremos mejor, rasgo esencial para aceptarnos y vivir conscientemente más libres”.
Conocerse. Importante en nuestro viaje. Y, ¿qué es conocerse? Para mi, es entrar en nosotros mismos, sabiendo entender nuestras emociones, defectos, cualidades y problemas en cualquier contexto. Interesante, atrayente y necesario conocerse mejor, aceptarse como uno es, así que no dude en llamar para concertar una visita.
Ayer estuve en la mañana. Dos horas de calma, relajación, interiorización, de tacto consciente. Simplemente fue sensacional. Me encanto el masaje, el cómo sus manos recorrieron toda mi piel estimulando los músculos de mi cuerpo, erizando en agradables sensaciones mi interior. La movida emocional fue tan grande que aún hoy estoy asimilando los estímulos producidos.
Volveré en cuanto pueda. Volveré para sentir sus fuertes manos sobre mí, para sentir como el aceite caliente resbala por mi piel. Volveré para sentirme libre, para ser yo. Volveré.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------