La habitación tiene iluminación blanca, tan blanca que hasta nos ilumina la cara. En cambio, las casacas que visten la cama son de un gris suave, tan suave como tu piel entregada.
Nos gusta dormir abrazados, abrumados de plenitud, enjoyando cada instante que nos hace ricos en amor.
Cerrados los ojos, tú perfume inunda mi piel de tu belleza, jugando con mi barba que cosquillea tu nariz pegada.
No hace falta soñar el presente, está lleno de nuestra presencia amada.
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Hola !! un agrado tenerte vivo y escribiendo aquí en tu casa ( tu blog ), para mi y creo para todos esperamos con ansias encontrar algún nuevo posteo tuyo, para seguir navegando en este viaje .Espero que ese relato sea un recuerdo de una situación real, sino buscar rápidamente un compañero para hacerla hacer la recreacion. Qué mas rico que compartir besos, abrazos y la piel... Te dejo un abrazo..
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